¿Una práctica moral
puede ser errónea, por ejemplo, la ebriedad, es un mal psicológico, mal social,
mal familiar, mal personal, mal de salud física y psíquica y económica, un mal
moral y un mal espiritual…?
¿Pero no condenamos a
las personas que caen en ebriedad, a no ser, que produzcan accidentes de
tráfico, etc.?
¿Sino que los tomamos
como enfermos, enfermos biopsicológicos, o incluso sociales o afectivos, etc.?
¿No podría ser lo mismo,
admitir en la práctica, a las personas que van en contra de otros DDHH, se
admiten o se toleran que actúen en la sociedad de un modo o de otro, pero en la
teoría se sigue admitiendo que es un error…?
¿Pero aquí tendríamos
otro grave problema…?
¿Qué derechos humanos
aprobados, se tolerarían que se los saltasen algunos individuos o colectivos, y
cuáles no…?
Es imposible resolver
estos problemas y otros, sin echar mano de lo que nos dicen el saber ortodoxo,
o más ortodoxo posible, ciencias y ciencias sociales y en menor medida la
filosofía o filosofías.
De lo contrario unos
dirán que sus normas religiosas son reveladas por Dios, otros que sus
tradiciones de milenios se lo indican, otros que las costumbres arraigadas y su
identidad social y colectiva…
No hay comentarios:
Publicar un comentario