Solo
quedan las buenas obras y las buenas palabras, eso es lo que dejamos de bueno.
También quedan las malas obras y las malas palabras.
He
aprendido una cosa a lo largo de la historia, que de todos, salvo alguna
excepción, todo el mundo se va olvidando, aunque tuviese mucha buena fama…
Sé
que a usted se le llenan los salones en sus conferencias, y sus libros son
alabados por cientos. Pero quite usted su nombre de sus libros qué sucederá…
No
soy superior a usted, pero no soy tan inferior a usted.
Intento
ser un libre observador, un librepensador, un libre recogedor de razones-datos-argumentos-ideas
de todo el mundo.
¿Unos
ignoran mi trabajo, porque defiendo la existencia de Dios, otros ignoran mi
trabajo, porque no soy suficientemente creyente…?
¿Los
no creyentes en Dios, me rechazan porque defiendo a Dios, los que creen en
Dios, me rechazan porque me consideran un librepensador?
Toda
la vida esperando que el ser humano sea más racional, y siempre llegando a la
conclusión que es racional más irracional.
Cada
uno se hace su ideología a la carta, tomando elementos de unas y de otras,
según vivencias y experiencias y educación y circunstancias…
En
la ideología básica o fundamental que creas, sea la que sea, te condicionará
toda tu existencia, para bien o para menos bien…
¿Toda
la vida a la sombra del cristianismo, y toda la vida, sus medianos responsables,
dejando que te olviden?
Si
se pide trabajo de profesor a quinientos colegios religiosos o más, y solo uno
te entrevista, entonces uno se hace muchas preguntas que no quiere hacerse.
¿Hay
que pedir a Dios que nos envíe otro Francisco de Asís, otro Domingo de Guzmán y
otros y otros semejantes…?
Nos
gusta el humorismo, cuando toca a los demás, no cuándo nos toca a nosotros, o a
nuestros cercanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario