La
paz crea paz, la no paz más no paz.
No
volvamos al pasado, al pasado de enfrentamientos entre estratos sociales, entre
culturas, entre religiones, entre ideologías. Por favor, no volvamos…
Los
enfrentamientos entre ricos y pobres no solucionan nada. La solución es el
pacto y el consenso y el acuerdo y la reforma pactada…
A
toda acción hay una reacción o muchas reacciones, sean de un color o sean de
otro. La paz es lo único que permite el cambio pactado y racional.
¿Miedo
y terror producen los que quieren cambiar todo, para al final, no cambiar nada,
pero si pasar meses o años de enorme sufrimiento?
Los
males del ser humano son de muchas clases y tienen muchas raíces y causas.
Olvidar esto, es no darse cuenta de la realidad. Y no ponerles solución.
El
grave problema teórico desde hace dos siglos, es que hemos pensado que todos
los males que sufre el hombre son solo sociopolíticos económicos.
Me
temo que los Robespierre se crean en los traumas familiares, en la
endoculturación familiar, en una cierta genética…
No
quiero nuevos Robespierre, ni en Francia, ni en Europa, ni en el mundo, ni en
la Península Ibérica, no quiero más Robespierre en la humanidad.
Si
un Estado se divide en Cuatro Estados, los pobres serán más pobres, y los
ricos, en algunos lugares más ricos, y en otros, un poco menos ricos.
Creo
que las reformas pactadas entre todos los estratos sociales e ideologías es el
camino del progreso y de la riqueza…
Creo
que la lucha de clases siempre ha llevado a revoluciones y guerras, en
definitiva, al hambre y al sufrimiento aún mayor…
Aunque
no quieras cambiar nada, todo cambia. Si quieres cambiar todo, todo no puede
ser cambiado y te equivocas.
Siempre
he temido los que no quieren cambiar nada, temo aún más los que quieren cambiar
todo…
Las
grandes frases idealistas y utópicas de todas las culturas pueden ser muy
importantes, el problema es cómo sobrevivir con ellas en el mundo real.
A
veces, pienso que lo que más se parece a Cuadernos o Pensamientos es el
Tripitaka budista, salvando las enormes distancias.
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