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meses he vivido, más nueve en el vientre de mi madre. Me pregunto a veces, si
deberíamos celebrar de alguna manera, cada cincuenta meses que cumplamos, al
mismo tiempo que los años. Para celebrar la vida. Me digo a mi mismo he
utilizado bien el tiempo que se me ha dado. Cada
vez, te das cuenta, que vas llegando a límites, de cuestiones o temas, que
escribas sí o no, en una dirección o en otra, son muy controvertibles,
imposible de acertar, tanto si es sí o si es no. Puedes no escribir y callarte,
pero hay que tomar quizás partido intelectual.
Se
dice que hay personas que después de cumplir una sentencia por un delito, ellas
mismas se declaran que no están sanadas, y que lo van a volver a cometer. ¿Me
pregunto en ese caso, si esas personas quisiesen podrían dejarlas en un
pabellón al lado con semilibertad?
¿Tiene
sentido escribir para alguien, con la ingente cantidad de escritores y autores
y de obras, por tanto, nadie tiene tiempo en leer ni un uno por ciento de lo
que se da al público, sea en forma de libro editado, autoeditado o en
Internet…?
¿Si
se hace una antología equis, de una actividad cultural, de unos cientos de
autores de un territorio, y no se incluye el trabajo de una persona que lleva
lustros en esa actividad, cómo hay que interpretar esto, si es en una no
democracia, sería censura, y si es en una democracia…?
Sobre el dolor de la vida. Sobre la
alegría y el dolor de la vida.
¿Hay
personas que desean destruir a otras personas, y cuándo están destruidas,
quieren recomponerlas?
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