Se
valora hoy más tener un buen coche, unas buenas vacaciones, un buen traje que
haber dedicado ese tiempo en buscar verdades nuevas.
Se
valora hoy más tener diez mil euros que haber leído y pensado y estudiado
durante diez años quinientos libros.
Ya
bastante me equivoco con mis enunciados, por exceso o por defecto, por errores
de todo tipo, encima muchos desearían que engañase con mis palabras.
Si
escribiese lo que muchos desean que se escriba y desean oír, se me abrirían
muchas puertas. Pero creo que debo escribir lo que considero verdad.
A
veces, siento y pienso que los humanes alaban el lado obscuro de la realidad, y
no buscan, ni desean el lado bueno de la realidad.
Alabamos
a Marco Aurelio, pero apreciamos que quizás tenemos un pequeño Marco Aurelio al
lado, o lo hemos podido tener y lo hemos despreciado.
Si
no encontramos una ética mínima universal, los pueblos no se entenderán, ni sus
ideologías, ni sus economías, ni sus políticas, ni sus Estados…
Los
DDHH pueden convertirse en la ética mínima universal para todo individuo y para
toda sociedad y para toda cultura…
De
verdad crees en los DDHH, si creyeses de verdad creerías en todo lo que crees o
en todo lo que no crees…
Nos
han metido el virus de la eterna competitividad, y todo el mundo compite con
todo el mundo, aunque después las leyes defiendan los DDHH.
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