Tantas
veces, la persona que realiza actos que rozan la heroicidad moral, es tomada
por la persona mala y de mala moralidad, y al revés.
Los
graves y grandes sacrificios que una persona ha hecho, muchas veces, ni
siquiera los de al lado los conocen o los saben o los quieren recordar…
Quizás
seas mayor o seas prudente cuándo empiezas a pensar qué hubiese sucedido de tu
vida si hubieses tomado una decisión y no otra…
Vas
tomando decisión y se van cerrando caminos y se van abriendo caminos. Hasta que
llega una edad y miras hacia atrás.
A
una edad, el mayor sufrimiento, es pensar que podrías. Podrías haber hecho esto
o lo otro o aquello o lo de más allá o lo de más acá…
Tú,
tú estás en un rincón. Y a quién le importa que estés en un rincón.
¿Si
la mayoría de la población leyese más biografías de santos y santas el nivel
moral medio de la población aumentaría ostensiblemente…?
¿Si
en tantas familias en sentido amplio, no hay equidad, sentido común,
racionalidad qué podemos esperar de la sociedad…?
No
es lo mismo el que hace un grave daño al atacar, que el que hace un daño al
defenderse.
Mal
va una persona cuándo crea en los demás más sufrimientos que alegrías. Sin
necesidad, sin venir a cuento, sin sentido.
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