Hoy
se confunde la persona afable y que prodiga sonrisas, con la persona débil.
Hoy, hemos caído en ese error estructural de hábito y pensamiento.
No
queremos aceptar que la mayoría de sufrimientos, nos los producimos nosotros a
nosotros mismos, o cercanos a nosotros mismos.
Los
cementerios no solo están llenos de grandes cenas, sino de malos hábitos o de
vicios o de desvirtudes.
Un
mal hábito o una desvirtud o un vicio, como antes se decía es el camino más
fácil para la infelicidad y para la ruina moral y económica.
Los
actos y las palabras y los deseos nos hacen felices o infelices.
No
puedo entender y comprender que algo tan ingente, en distintas variables, como
es la obra Cuadernos o Soliloquios no exista en el mundo de la cultura.
¿Por
qué deseas hacer o amar o querer una profesión o una vocación y no otra u
otras?
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