Artículo Periodístico 629º: “De las sequedades, noches, obscuridades, desalientos psico-morales-espirituales”[1].
0. Todo el mundo habla
del bienestar y de los placeres en todos los sentidos: físico, biológicos,
psicológicos, morales, espirituales, pero pocos hablan de los desalientos,
noches del sentido, noches del espíritu, obscuridades, depresiones morales,
psicológicas, psico-morales, etc.
1. Aunque es evidente
que este tema o cuestión supera mis entendederas, conocimiento, experiencia
creo que como muy pocas personas lo hacen, al menos, debo intentar dar algunas
líneas o algunas matizaciones o algunos enunciados que quizás pueda a usted
servirle, porque al final, todo el mundo pasa noches, noches de todos los
tipos:
- Lo primero no tome
estas frases e ideas y preguntas y cuestiones como de una enorme sabiduría y
conocimiento de estos temas, sino como alguien que como usted reflexiona sobre
multitud de temas psico-morales, psicoéticos espirituales, psicoafectivos
morales, etc.
- Saber distinguir si
una sequedad, sea de tipo moral, sea de tipo psicológico, sea de tipo
espiritual, sea un combinado de todos esos aspectos y además relacionados con
temas concretos externos o internos. Distinguir esta cuestión es bastante
difícil. Especialmente quién está sufriendo esa situación de “negatividad hacia
ti mismo o hacia los demás, de no ver luz al final del túnel”.
- Cuando la “noche
negra” llega, sean por motivos externos o internos, sean por motivos morales,
físicos, biológicos, psicológicos, espirituales, materiales, sociales,
culturales o una combinación de todos. Y que esa noche no te deja ni casi
respirar, aunque hay distintos modelos y escalas en todo esa escalera de
sentimientos-afectos-ideas-recuerdos.
Cuando el ser humano,
sea anciano o anciana, niño o niña, adolescente o joven, hombre o mujer se
siente frente al espejo del abismo, en mayor o menor grado, frente al desierto
de la noche y del pozo y del laberinto más profundo. Cuándo ya el cuerpo le
dice a la mente, y el cuerpo y la mente al alma, no puedo más, no camino más…
Que ni siquiera se atreve a contárselo a los cercanos, o utiliza frases más
débiles, pero los de al lado apenas lo entienden o lo comprenden, o él o ella
misma cree que así es…
Cuándo se siente una
persona total y casi absolutamente fracasado o fracasada, que ha tenido algunos
éxitos de la existencia o en la vida, pero que todo ha costado demasiado, que
quizás haya sido silenciado y marginado y ninguneado por unos y por otros, y
que solo ha alcanzado las migajas, que después de esforzarse y trabajar y
estudiar hasta la extenuación apenas recoge unas gotas de agua de la fuente.
Que después posiblemente de haber llevado una vida moral y legal lo más acorde
con la legalidad y la moralidad, e incluso en muchos aspectos de la
espiritualidad. Después de haber sido pisado por unos y por otros, después de
haber realizado enormes sacrificios, encima es el malo de la película, encima
es el que hay que dejar abandonado o tirado, por unos y por otros, por cercanos
y por medianos y por lejanos…
- Cuándo llega ese día,
y no son días, pueden ser semanas, meses, años. Entonces ese ser humano, hombre
o mujer, niño o niña, adolescente o joven, anciano o anciana se le caen todos
los parámetros conceptuales y existenciales y vivenciales y de todo tipo… ya no
sabe dónde sus brazos y dedos abrazar, no encuentra casi “ni el clavo
ardiendo…”.
Y esas sequedades pueden
ser existenciales y vivenciales y afectivas y morales y espirituales en sentido
estricto, además de económicas o materiales o sociales o culturales o… o, una
combinación de varios campos de todo ello…
Parece como en la
profunda noche más obscura de Juan de Yepes, que hasta Dios te ha abandonado,
aunque sepas en lo más interior, que no es así, que pensar eso es una enorme
injusticia y una enorme blasfemia ante el Ser Supremo, y rechazas evidentemente
ese pensamiento.
- Analizar si las causas
o motivos de esa noche o esas esterilidades o sequedades o angustia o depresión
eres tu mismo la causa, o son los otros, o son las circunstancias… Piensa todas
las personas que han pasado por campos de concentración y han sido capaz de
salir adelante, los millones de personas que han pasado por situaciones tan
grave como la tuya y han salido adelante… Piensa si ellos y ellas pudieron tú
también…
- Vivimos en un tiempo
que tantas personas han rechazado una mínima moralidad, y una mínima ética y
espiritualidad correcta. Y creen que se han liberado de todo, y que son más
libres y más autónomos, cuándo no se dan cuenta que entonces se atan más y más
a más ataduras negativas de todo tipo. Al abandonar la espada y el escudo de la
moralidad correcta y de una espiritualidad correcta, lanzas al hombre y a la
mujer a un mundo despiadado, con enormes problemas, lo envías desnudo a la
realidad…
En cierto modo las
grandes mentes filosóficas y científicas sociales que han hecho que el ser
humano abandone una moralidad correcta aprobada y experimentada por siglos, y
una mínima religiosidad evolucionada durante siglos, ha hecho sin saberlo,
lanzar a cientos de millones de seres humanos que vayan a la lucha de la vida
inermes, sin coraza, sin escudo, sin lanza, sin espada. En definitiva, la
mayoría serán y seremos pasto de la amoralidad y de la espiritualidad correcta
mínima, en definitiva, la mayoría estamos condenados a ser carne de cañón de
una moralidad incorrecta y de una espiritualidad incorrectas.
- De todas maneras hay
personas que tienen más a goces sensuales o materiales y otras más a goces intelectuales
o psicológicos, otros a goces afectivos o sentimentales, aquellos otros a goces
espirituales, en sentido estricto… Pero todos, por diversas razones, se
terminan acabando, sea por crecimiento, sea por cambios psicológicos del
individuo, sea por cuestiones materiales o existenciales o vivenciales…
- Debes pensar si no
tienes un equilibrio y armonía según tu estado de vida (casado, viuda, joven,
célibe…) entre los goces sensuales que deseas y materializas, y los goces
psicoafectivos y los goces espirítales en sentido estricto y los goces
sociales-culturales… Es decir, que no tienes suficiente armonía entre ellos, te
has centrado en unos, y no en los otros, o no das a cada tipo de goces el valor
que tienen…
- ¿Quizás mucha angustia
y sufrimiento y pena y desaliento que sufrimos es porque no hemos llevado una
vida lo suficientemente racional y moral, a y en todos los sentidos…? ¿No hacer
grandes cosas, sino lo que se hace según los deberes y derechos de estado, sean
según la legalidad jurídica de tu sociedad, la moral-ética mínima de tu
sociedad o más justa o más verdadera, y una mínima
religiosidad-espiritualidad…? ¿Y al no hacer los mandatos convenientes, nos
vienen y devienen muchos errores, o mejor dicho en cumplir una serie de normas
y otras no…? ¿Puedes ser perfecto en casi todo, pero sufres de una lengua muy
libre, y criticas a todo el mundo, por lo cual, de ahí te vendrán males a ti y
tú producirás males a otros…, aunque en lo demás seas muy perfecto?
- Examina tus
pensamientos y deseos y emociones y actos con racionalidad, sentido común, con
prudencia, sin acritud, sin venganza hacia ti mismo, sino con consuelo de ti
mismo, viendo tus faltas y tus errores, pero también sin angustia. Solucionar
problemas del pasado, para no volver a realizar, intentar evitar no caer en
nuevos errores…
- Pero eso no quita que
personas, sin ser perfectas, que llevan toda la vida, intentando seguir normas
morales correctas, normas espirituales correctas según su tradición
cultural-religiosa, siguiendo las normas legales, caen en la angustia y en la
pena, porque ven, entre otras cosas, que no les salen bien las cosas, si no
todas muchas, que otros con menos intentos de hacer bien las cosas, parece que
tienen más éxito, que otras personas con graves errores, son tratados mejor por
los cercanos y los lejanos. En definitiva, variedades del problema o del dilema
de Job. Y entonces estas personas caen en la melancolía, en la tristeza, en el
agotamiento, en el sentirse fracasados en casi todos, en la angustia, en la depresión
en mayor o menor grado, consigo mismos y en relación a los demás, e incluso a
no entender los planes de Dios, y esto no se tome como blasfemia.
- En la tentación
esperanza, en la desesperación y melancolía esperanza, en la tristeza
esperanza, en la noche obscura esperanza. En todo esperanza, saber que no hay
mal que dure mil años, ni noche que no tenga al final, un clarear o la luz.
2. Para terminar es
posible que usted se rasgue las vestiduras, por algunos planteamientos, pero
quizás usted debería reflexionar seria y profundamente en estos temas y en
estas cuestiones. Quizás debamos conocimientos que las ciencias sociales, la
filosofía, las artse, las culturas nos proporcionan ante este tema y ante
todos. Quizás hemos abandonado enseguida, por la atracciones de placeres de una
clase o de otra, una mínima moral correcta o una mínima
religiosidad-espiritualidad correctas.
http://youtube.com/jmm caminero ©
jmm caminero (20 agosto-03 septiembre 2016 cr).
Fin artículo 629º:
“De las sequedades, noches, obscuridades, desalientos
psico-morales-espirituales”.
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[1]
El Día Digital.es, 03 sept.
16. E. y P.
Xornal
de Galicia.es, 03 sept. 16. E. y P.
La
Verdad de Ceuta.com, 03 sept. 16. E. y P.
El
DigitalSur.com, 03 sept. 16. 05 sept. 16.