El
verdadero problema del ser humano, es que exista Dios, y que exista Juicio
Particular, y que cada uno, ya sin mentiras, se enfrente de verdad a lo que es.
Al
final, hay personas, que sientes y sabes, que les gustaría borrarte de la faz
de la tierra. Que no dieras sombra en ella. ¿Por qué tanto odio y rencor…?
¿El
ser humano quiere ser como Dios, quiere poner en todo su impronta? ¿Este es uno
de los peligros de todo ser humano, caer en esa tentación…?
¿Envidiamos
al niño, a la infancia perdida, al niño que es ser humano y de alguna manera
tiene algo divino, la llamada inocencia?
El
que pisa muchas veces, siente que es pisado, cuándo es esa persona la que pisa,
y lo más que hace el pisado es huir o intentar no ser pisado.
A
veces, el que perdona y olvida, por algunos de los otros, no es tomado como un
ejercicio de alta moralidad, sino a veces, como debilidad.
Hay
que olvidar para seguir viviendo y sobreviviendo, pero cuánto y cómo y en qué
hay que olvidar.
Si existe
Dios, el ser humano tiene el deber de amarlo, si tiene la duda de que existe,
también tiene que amarlo, si no existe debe desear que exista…
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