Es
difícil saber y conocer treinta mil palabras, pero solo después utilizar diez
mil en los escritos y en el lenguaje oral natural.
No
digas tacos, ni menos aún blasfemias. Utiliza palabras decorosas, aunque no
demasiado exquisitas.
Qué
es lo vulgar y qué es lo no vulgar. Qué es lo exquisito y qué es lo no
exquisito. Nunca he entendido cual es la diferencia.
No
caigas en la soberbia, cualquier montaña es más alta que tú, con más belleza
que tú, y perdurará más tiempo que tú o que yo.
Trata
al otro ser humano con respeto y con humanidad. Y así será más fácil, suponemos
que el otro te trate a ti del mismo modo.
No
infravalores a nadie, no te infravalores a ti mismo.
Escribo
para todos, para personas de cualquier edad, cultura o tiempo. Pero me temo que
nadie encuentra mis botellas con ideas y frases y pinturas.
El
mal moral existe, el bien moral existe.
Saber
lo que es mal, de uno mismo con uno mismo, o saber lo que es el mal de uno contra
los otros, o el mal de los otros contra uno mismo…
El
catolicismo es la mejor religión del mundo, porque todo el mundo mientras vive
hace lo que quiere, porque sabe que se puede arrepentir al final…
¡¿No
sé por qué soy escritor, mejor hubiese sido dedicarme a comprar o vender
cualquier cosa…?!
Para
qué sirven los consejos, si a nadie llegan. Para qué las ideas si a nadie
alimentan. Tener ideas es rumiar datos y
conceptos y experiencias.
¿Entontaremos
en un algoritmo matemático o fórmula matemática, alguna vez, la descripción del
mundo humano y natural…?
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