No
puedo pensar que usted esté de acuerdo con mis palabras en todo. Pero permítame
que yo pueda estar de acuerdo con las mías.
No
puedo evitar decir que la casa tiene las puertas de color naranja, y usted, no
le guste ese color, ni esté de acuerdo que tenga las puertas de ese color…
No
tiene sentido una escritura, pienso, que el interlocutor, en vez, de sentir que
puede aprender algo, se siente ofendido.
Hablo
en abstracto, casi siempre, para no poner nombres, para no criticar, ni adular,
ni a unos, ni a otros, personas o ideologías…
Puede
que usted encuentre muchos errores en mis escritos-pinturas-filosofía,
encontrará errores, pero no mentiras, ni engaños…
Bastante
son los errores que mi escritura-literatura-filosofía-pintura arrastra, para
encima, al error le sume el engaño. No hay engaño en mis palabras.
Me
digo a mi mismo, no debo, ni tengo derecho a engañarme a mi mismo, pues tampoco
tengo derecho de engañar a los demás…
Trato
a los demás con respeto y estima, pero como a mi mismo, mejor que a mi mismo,
pero intento yo no engañarme a mi mismo…
No
busque en mis palabras demasiado pesimismo, ni demasiado optimismo, ni que van
en contra de unos o de otros, criticándoles o halagándoles…
¿Puedo
con mis palabras-ideas-frases-pinturas-conceptos-preguntas aportar algo a la
sociedad-humanidad o no? ¿Quién me contesta?
Tal
personaje político o religioso o artista con un millón de seguidores en su
twitter, yo con dieciocho… No me da envidia, pero es un hecho…
Siento
a veces, que lanzo botellas con mensajes escritos al mar, y que nadie, nunca
nadie los recoge.
Aquí
en mi rincón intento descifrar algunos misterios del mundo. Aquí en mi rincón
intento descifrar algunos enigmas del mundo interior y exterior.
Cuánto
daría por ver como la matemática se aplica a las humanidades, a las artes, a la
filosofía. Cuándo nacerá ese matemático, dónde estará engendrándose…
No
me gusta la critica negativa, no me gusta la crítica positiva, porque la
realidad conjunta ambas cosas, sean hechos o personas o acontecimientos.
Los
humanes ven lo mismo, unas veces, con muchos grises, otras veces, con muchas
negruras, otras, con demasiados blancos, otras con demasiados colores…
Hay personas que necesitan el enfrentamiento y la polémica
con otras. No son capaces de autocontrolar el volcán de su interior, y eso les
lleva a esa aptitud y actitud constante.
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