Artículo Periodístico 512º: “Solitarios: Justo Gallego Martínez”[1].
0. ¿Qué diferencia los
sueños de una persona de otra, la mentalidad de una persona de otra…? ¿Qué
sueños o visiones o mentalidades son más correctos que otros…? ¿Qué nos aportan
estos seres humanos que arrastran o llevan sobre si mismos un
peso-visión-mentalidad-sueño? ¿Cómo el caso que comentamos en este artículo,
hacer él solo, prácticamente solo, con pocos medios, una catedral, hacer en
pleno siglo veinte una catedral…?
1. Justo Gallego
Martínez, 1925, Mejorada del Campo, Madrid.
Casi siempre en los
artículos que denomino solitarios, describo algo de la biografía y de la vida y
obra y hechos, ya que no es lo mismo biografía y vida, de algún autor ya
fallecido… Pero hoy, al menos, a día de hoy, este señor con más de noventa
años, sigue existiendo y viviendo, sigue haciendo su catedral. Su catedral en
un lugar de Hispania, en un lugar de Castilla, en un lugar de la provincia de
Madrid, en un lugar del silencio y de los ladrillos…
2. Este hombre debió de
tener una profunda vocación monástica y religiosa y espiritual. Pero la
enfermedad no le permitió continuar con dicha vocación y volvió a su pueblo, y
pensó que su función en el mundo, su segunda vocación o la primera realizada de
otra manera era construir una catedral. Y eso es lo que lleva haciendo más de
medio siglo. Prácticamente solo. Sin apenas medios, sin apenas ayudas, sin
apenas consuelo por parte de los demás…
Se dice que al principio
los niños le tiraban piedras y le llamaban loco. Quizás un loco de Dios, un
loco al estilo del poverello, quizás, quizás quién sabe, porque al final el
misterio-enigma de un ser humano, el enigma entre él y lo más profundo y el Ser
Supremo, nos supera a los demás… A saber el lugar que ocupará dentro de la
historia humana…
¿Cuál es el límite del
ser humano, del ser humano individual y del ser humano colectivo o de la misma
especie…?
¿Cómo se combinan los
ideales de un ser humano, con sus vivencias-experiencias, sus traumas, sus
deseos-pasiones, sus fines e intereses…? ¿Lo consciente y lo inconsciente, lo
real y lo sublimado, lo conceptual y lo imaginario…?
Dónde la obra de un ser
humano es su misma obra, lo que hace es sí mismo y a sí mismo, y lo que es sí
mismo o a sí mismo lo proyecta en una obra. Este podría ser el caso de este
solitario.
Diríamos que la
mente-cerebro-psique-alma es inmensa, es un mar sin límites o casi sin límites
o que no conocemos los límites. Y cada ser humano descubre un trozo de ese
mar-océano inmenso de su propia interioridad…
La obra, en este caso la
catedral, va creciendo cada día, sin planos, sin mirar la perfección de una
estética o de un estilo, sino va aumentando en su interior y en su exterior,
esa mezcla de interioridad-exterioridad. Al final, cada ser humano es eso, solo
es eso… Cada ser humano no es solo su desear, ni solo su pensar, ni solo su
hablar, sino también su hacer y su quehacer. Y todo junto… palabra y voz y
sonido y color y forma y acto y emoción…
¿En el fondo podríamos
decir que hay sueños que son comunes a todo ser humano, pero después hay otros
sueños que son individuales…? ¡Siempre que esos sueños sean morales y éticos y
legales no hay que poner aduanas al mar, al aire, al desierto, al espacio…?
¿Se le hizo a esta
persona y a este autor y a esta obra, se recogieron fotografías y se hizo una
exposición junto a otros arquitectos en el Moma de Nueva York y arquitectos
mundiales alaban esta obra y aquí se da como posibilidad que quizás no se le
otorgue los permisos de construcción…? ¿Incluso se plantea la posibilidad o
hipótesis de que se destruya cuando fallezca su autor…? ¿Porque no tiene
permisos de obras, porque no tiene permisos del ayuntamiento…?
¿La cuestión es simple y
sencilla hemos perdido la racionalidad y el sentido común en la Piel de Toro…?
¿En cualquier lugar occidental del mundo esta obra sería alabada, estaría en
los circuitos artísticos y estéticos y de museos…?
¿La autoridad
eclesiástica no debería llegar a un acuerdo y aceptar la donación de dicha
obra, y ser una iglesia más del pueblo, aunque catedral no puede ser según la
legislación eclesiástica, pero sea una iglesia más…?
¿Acaso esta obra no
puede ser un ejemplo, con todas las limitaciones que quieran, de un cristiano
para la Iglesia, y quién sabe qué más cuándo fallezca, y acaso no puede ser una
obra de arte, para el mundo de la cultura, dentro del arte pobre, del arte
informal, del arte surrealista, bordeando el estilo de Gaudí y bordeando el
arte “marginal” de Dubuffet, y de otras composiciones arquitectónicas que
existen en el mundo…? ¿Cheval…?
¿Hay peligro que se
caiga o se derrumbe a sí misma dicho edificio, porque no tiene suficientes
cálculos realizados por arquitectos oficiales? ¿Pero ya ha soportado parece ser
dos seísmos…? ¿Pero si muchas personas entrasen al mismo tiempo habría peligro
de derrumbe, al cabo del tiempo, en el futuro…? ¿Y esta es la razón por la cual
el ayuntamiento no se atreve a darle los permisos oficiales y el resto de los
ministerios? ¿Y lo mismo sucede con el sector eclesiástico…?
Recuerdo al land art, no
habría que considerar esta obra al menos en esa categoría o dentro del arte
bruto o del arte marginal o del surrealismo o del arte naïf o como quieran que
sea. Pero una obra de éstas, si fuese cualquier edificio y no fuese una
catedral, no sería admitida y defendida por todos los sectores del arte de
vanguardia del país y de la sociedad…
¿No es acaso este señor
del ejemplo de la importancia del trabajo, de la voluntad, del esfuerzo, de la
bondad, de buscar un ideal…? ¿El ser humano puede orientar su acción y sus
actos en cosas buenas o en cosas malas, pero en este caso no es una cosa buena,
hecha con buena intención, incluso sin negar que puedan existir errores en esta
obra, incluso en la personalidad de esta persona…? ¿En un tiempo que no se
valora suficiente el trabajo duro y el esfuerzo duro y el tesón y la ascética y
el buscar la bondad, ni menos aún hablar de Dios, ni menos aún ofrecer a Dios
los propios trabajos y esfuerzos y sufrimientos, cada uno en su situación y su
vocación y su profesión, en un tiempo así, quizás un ejemplo de este tipo sea
digno, digno de ser mencionado y recordado, no solo a nivel estético, sino
también a nivel moral…? ¿Y a estas alturas la sociedad debería ayudar,
distintos organismos públicos prestarle algún arquitecto que realice cálculos,
algunos organismo públicos y privados, aportarle una mínima de ayuda para que
pueda ver su catedral terminada, porque ya va camino de casi cien años…?
¡¿Nada se hace solo,
nada que valga la pena, al menos, la sociedad al menos debe admitir ese
trabajo, debe cuidarlo, debe pensarlo, debe mantenerlo…? ¿Y esto sucede lo
mismo sea un libro o un poema o una obra de teatro o una catedral como en este
caso…?
La humildad y la
modestia de este ser humano, la humildad y modestia de materiales y el
reciclaje y con ellos montar un enorme edificio… por el bien, según dice de los
hombres, en honor del Ser Supremo. Un hombre medieval en una época de la vanguardia,
de la postmodernidad. Un ser medieval a veinte kilómetros de una de las
ciudades más grandes del mundo, Madrid.
Siempre pensamos las
limitaciones del ser humano, sus negruras y sus obscuridades, pero no nos damos
cuenta de sus luces, de sus colores, “el ser humano es imprevisible”, según el
famoso anuncio que de alguna manera lo catapultó a la fama mundial… diríamos
que es un monje que está haciendo una catedral, para el bien de los otros seres
humanos, para el bien y amor hacia el Buen Dios… Se crea o no se crea en Dios,
no podemos negar el mérito de esta obra, el mérito de esta persona, el mérito
de la voluntad humana bien dirigida y bien encauzada, “con buena intención”
cómo él diría…
Lo que puede un ser
humano esto es lo que nos está diciendo, lo que lleva un ser humano por dentro
y por fuera, eso es lo que nos está diciendo… y ese dentro-fuera materializado
en una “realidad concreta positiva y bondadosa”. No pensar en hacer o que vas a
hacer, sino en hacer, siempre que sea legal, moral y bueno…
¡Cuántos planes
positivos, y necesarios, se quedan en el aire y en el imaginar…! ¡Por supuesto
que no todo es conveniente, aunque sea bueno, siguiendo el parecer de Pablo de
Tarso, pero no cabe duda, de que hay que aquilatar, sopesar, equilibrar, armonizar
entre los deseos-pensamientos buenos y los deseos convenientes y adecuados,
cada uno según su situación, vocación, etc.! ¡Porque igual que muchas personas
se pierden cayendo en ideas o en actos malos o negativos, sean malos desde un
saber ortodoxo o malos desde la moralidad…, también hay que ser muy prudentes
con los actos buenos, porque no todo es conveniente, depende de edad, estado de
vida, posibilidad, etc.!
3. La conclusión en este
caso va a ser fácil o mejor dicho sencilla, si puede usted vaya a ver con sus
ojos y sus manos dicha construcción, y si no puede ir físicamente acérquese a
ella, a través de los medios de información actuales, sea Internet, sea
fotografías…, quizás como el verdadero arte le ayudara a comprender y
entenderse mejor a usted mismo, y aunque solo sea por eso, habrá valido la
pena… Salud y salud…
Twitter.com/jmmcaminero © jmm caminero (27-29 marzo 2016
cr).
Fin artículo 512º:
“Solitarios: Justo Gallego Martínez”.
[1]
Env. 29 marzo 2016 al Dia
Digital.es CLM. Publ. 31 marzo 2016.
Env.
y publ. 29 marzo
Env.
29 marzo