Artículo Periodístico 464º: “Solitarios: James Joyce”[1].
0.
¿Qué se puede descubrir con la literatura o, y las artes? ¿Sabemos más o menos
lo que es capaz de descubrir, inventar, conceptualizar, al menos hasta ahora
las ciencias, pero qué pueden las artes, qué puede la literatura? ¿Las grandes
mentes literarias, como la de Joyce, que nos descubren a nosotros mismos y de
nosotros mismos, que quizás las ciencias, al menos todavía no son capaces…?
¿Por qué algunas obras de arte, sean del género literario o musical o plástico
son como espejos que nos están diciendo cosas durante generaciones, durante
siglos? ¿Por qué llamamos obra genial, el Ulises, y genio a Joyce…? ¿…?
1.
James Augustine Aloysius Joyce (1882, Irlanda, 1941, Suiza).
¿Por
qué este autor, por qué con estas obras, cuando se leen y se piensan y se
sienten ya cambia la percepción, en mucho o en poco de cualquier ser o
cualquier persona? ¿Por qué nos cambian la percepción de la realidad, en parte
interior, en parte exterior…?
¿Quizás
una persona con una obra que consideramos genial o maestra, como la que hizo
Joyce nos supera en preguntas, y es parca en respuestas…? ¿Pero esta es la
realidad desde Homero al menos…? ¿En definitiva, nuestro cerebro tiene una
conformación estética, que es belleza, pero es algo más que belleza, y
entonces, algunos autores encuentran unos “patrones” que nos enseñan algo de
nosotros mismos, algo de la realidad que nos rodea, algo del mundo que
conexiona ideas-cultura, naturaleza humana y no humana, sociedad, metafísica y
lo sagrado? ¿En ese vaivén transcurren nuestras vidas…?
2.
Quizás al ser Ulises, entre otras obras de Joyce, una obra maestra, es un
reflejo de quién va a esa fuente a beber. Por tanto, hay multitud de
interpretaciones. Tantas como personas que con seriedad se hayan acercado a
comer de su magma.
-
Quizás Ulises es un reflejo de la vida misma, o aspectos de la vida misma, pero
más que un reflejo convierte “el lenguaje” en vida misma, convierte “hechos o
narraciones o narratologías” en algo de la vida misma. Cuántos seres para
ellos, un libro o cinco libros, son más importantes que el resto o de millones
de otras personas. No digo que tenga que ser así, pero así es.
-
Posiblemente en la noche de los tiempos, hace docenas de miles de años, los
humanes en sus ratos de tiempo libre, se juntaban en las entradas de las
cuevas, y construían relatos e historias, mitad imaginarios, mitad reales,
mitad del pasado, mitad interpretando el futuro… Quizás en esa mezcla de protodanza,
de protoliteratura, de protopintura está todo o está la esencia de todo lo que
después durante milenios hemos ido desarrollando. Quizás Ulises sea una de esas
obras que son la esencia de algo de nosotros mismos, y por eso continúanos con
ella y ella continuará con nosotros…
-
Nos narran lo que hacen los personajes por fuera, lo que hacen o sienten por
dentro, cómo engañan desde fuera hacia fuera, como se engañan desde fuera hacia
dentro, como se engañan desde dentro hacia fuera. Es decir, nos narran a
nosotros mismos, al menos en muchos momentos de nosotros mismos… Se combina lo
negro con lo blanco y con los grises y con todos los colores y con todas las
mezclas de colores. En definitiva, lo que somos nosotros. Palabras, actos,
deseos, ideas, tentaciones, pasiones, pulsiones, conceptos, deseos, fines,
intereses… Y todo mezclado y combinado, a medias entendido por nosotros mismos,
a medias no entendido. Cada uno con sus diez o cincuenta o mil personajes,
dentro de sí, fuera de sí.
-
¿Todo es todo, todo en todo, todo está en la parte, todo es parte, la parte es
todo, la parte en el todo…? ¿No son acaso estos conceptos o ideas o palabras
parte del misterio-enigma que todavía no hemos descubierto lo seres humanos…?
-
Sin entrar en los periplos de la existencia vital de Joyce, aunque toda obra se
mezcla y se combina de formas enigmáticas con la propia vida y existencia de
los hacedores de esas obras. Que al final, son receptores de miles de años de
tradición, materializados y concretizados y cristalizados en una existencia y
en un tiempo y en unas circunstancias… por tanto, diríamos que al final una
obra maestra-genial, tiene varios horizontes: la biografía-existencia del
recopilador-recombinados-autor-escriba, la tradición heredada de
siglos-milenios, la obra en sí con multitud de ejes y perspectivas, el mundo
real-concreto-existencial del ser que se desarrolla en un
tiempo-espacio-historia-geografía, y las interpretaciones de los miles, cientos
de miles, millones de seres humanos, que en una generación o en docenas vuelven
a ese espejo a intentar entender el mundo o comprenderse algo más, es decir,
beben y comen y degustan y se miran en esa obra que denominamos de arte o de
literatura que consideramos genial… somos de alguna forma lo que estas obras
nos hacen, al menos en parte, para nosotros puede ser más real las obras de
Shakespeare, el Quijote, el Ulises, la Odisea, la Divina Comedia…, pueden ser
más real que quizás, y lo digo con cierta lamentación, que quizás que miles de
personas, que miles de miles de seres humanos. Quién dice obra de literatura,
otros serán de música, aquellos más allá de plástica, los de al lado de moda y
diseño… ¿Por qué estas obras geniales nos embelesan, nos adoctrinan, nos
hipnotizan?, ¿qué tenemos-llevamos dentro de nosotros mismos que caemos en esa
realidad-imagen-metáfora-espejo…?
-
Hoy, tú y yo, tú y yo que somos pueblo, tú y yo que somos del pueblo podemos en
unas horas, en unos días, disfrutar o embelesarnos con las grandes obras de la
genialidad humana. Hace varios siglos, solo las altas clases podían oír música
de cámara, pero hoy todo el mundo puede disfrutar de las grandes obras maestras
del mundo. Hoy, cualquier persona, si dispone de un poco de tiempo, si desea,
si tiene los suficientes conocimientos previos o intereses previos en su casa,
sea más modesta o menos modesta, puede disfrutar, de los grandes obras
arquitectónicas del mundo a través de Internet, aunque no pueda viajar, de las
grandes obras de literatura o de arte, sean en documentos, sean leyéndolas, sea
viéndolas en libros o en fotografías o en documentales… Ha cambiado la
realidad… La revolución industrial en la que estamos insertos, actualmente
entre la tercera y cuarta fase de ella nos permite, a cualquier ser humano, con
unos medios mínimos poder sentir y comprender y disfrutar de las grandes obras
maestras de todos los géneros artísticos y de todas las culturas y de todos los
tiempos. Quizás no puedas ir a China, físicamente a visitar el palacio de
invierno o la ciudad prohibida, pero a través de documentación e Internet y
libros y documentales puedes insertarte en ella, ser en ella y ser desde ella.
Quizás, esto fue lo que Joyce-Ulises nos enseñó o una de las cosas que nos
quiso enseñar… Que hoy, que hoy un sujeto es un infinito en sí mismo, una obra
literaria genial o maestra como el Ulises, es un finito infinito encerrado en
unas cientos de hojas con palabras. Porque al final, nosotros somos un algo
ilimitado, posiblemente un infinito ilimitado, que no conocemos como la mar,
como el espacio cuales son nuestros límites…
3.
Para concluir, no terminaríamos de comentar aspectos de Joyce-Ulises, sin
contar el resto de obras de dicho autor, o que dicho autor recogió como un
paraguas de su tiempo presente. Solamente, si tiene usted un tiempo de ocio y
si tiene usted un cierto interés, empiece esta tarde o esta noche a
leer-pensar-reflexionar-meditar-sentir-conceptualizar el Ulises-Joyce y al cabo
de varios días, varias semanas, cuándo la haya leído-pensado-sentido dos o tres
veces, entonces, sin darse cuenta, o dándose cuenta, habrá notado que ya verá
la vida, su vida, la vida de los demás, la vida del mundo de forma diferente.
No sé si muy diferente, o un poco diferente, eso ya depende de usted y de sus
circunstancias. Ciertamente es una obra, que personalmente no recomiendo sea
leída por personas jóvenes, ni adolescentes…, sino creo que es una obra para
ser meditada en la adultez, aunque sea en la primera fase de la adultez, quizás
a partir de treinta años…
¿La
gran pregunta para los escritores del siglo veinte, y me temo que del siglo
veintiuno es que se puede hacer-pensar-expresar-sentir después de
Joyce-Proust-Kafka-Faulkner, qué después de Picasso-Kandinsky-Duchamp, qué
después de Freud-Heidegger-Wittgenstein…?
©
jmm caminero (28 enero-09 febrero 2016 cr).
Fin
artículo 464º: “Solitarios: James Joyce”.
*
[1]
Enviado y publicado el día
09 de febrero del
Env.
26 febr. 16 al Tambor de la Gomera.com. Pub. 27 febr. 2016.