Estimo
que si los hombres, aceptasen los diez mandamientos, que vienen de hace
milenios, o al menos algunos, y aceptasen no caer en uno o en varios de los
siete pecados capitales. El nivel moral de la sociedad y de los individuos
aumentaría y la angustia y sufrimiento disminuiría.
Se
sea ateo o agnóstico, los diez mandamientos de Moises, podrían ser la base de
toda la moral o ética. Es decir, se tomen esas normas como descubrimiento del
ser humano, y no se le dé un valor Trascendente. Y también no caer en los siete
errores graves o pecados capitales.
Discernir
lo que es el bien y lo que es el no-bien y lo que es el mal. Hoy, es
absolutamente necesario, según el hecho o acto posible, según el estado de
vida, según la materia de esa realidad, según las circunstancias. Lo que
durante siglos se ha llamado #discernimiento moral.
En
general, todo acto o aceptación de un deseo o una pasión, hay que analizar si
es correcta moral y espiritualmente, y después como llevar a la práctica lo
correcto, y no lo incorrecto. Pero casi siempre el mal se viste de bien. Un bien
secundario y perdemos el bien primario y esencial.
Todo
ser humano, tiene que buscar cuales son las normas morales esenciales, que son
buenas y correctas, moral y espiritualmente, tenerlas clara en su cabeza,
entendimiento, conocimiento, y después, en la práctica, intentar no caer en
alguna de sus variedades de mal.
Uno,
uno se acostumbra a una pasión-deseo-pulsión incorrecta en sí, incorrecta moral
y espiritualmente, y la lleva y arrastra durante mucho tiempo, incluso media
vida, e incluso la perfecciona, es decir, le es más fácil y ha perfeccionado el
mal, por ejemplo, la lujuria, la envidia…
Todo
ser humano sufre muchos deseos y pasiones y emociones e impulsos y pulsiones.
Pero antes de aceptarlas mentalmente, antes de llevarlas a la práctica tiene
que analizar si son verdaderas, buenas, bondadosas, correctas en todos los
sentidos.
Quién
pone en crisis las ideologías, sean seculares o no, son las circunstancias, las
teorías en que se basan, los resultados, y especialmente la coherencia de los que
las dirigen, a nivel alto o medio o bajo.
Ellos
pueden criticar a todo y a todo el mundo, pero no les hagas, ni la más mínima
crítica, porque te encerrarán si pueden en la cárcel más angosta del fondo del
castillo más lejano, y si no pueden hacer eso, te cerrarán todas las puertas
que ellos tengan la llave y el poder…
Los
artesanos de la pintura del pasado nos han dejado obras geniales, empezando por
Chauvet hasta la edad media, y los grandes artistas de hoy, la mayoría no
llegan o no llegamos a buenos artesanos.
Un
escritor, es antes que nada un observador, un analizador, un pensador, y
después de todo ello. De comparar ideas y argumentos y razones, de pensar y
repensar, después algo de todo ello lo pasa a escritura o a música si es
compositor, o a obra de arte si es un autor plástico.
Sé
que decir, escribir, pensar esto, que todo ser humano hoy debe, según su estado
de vida, aspirar a la perfección moral y espiritual. Es que te cierren todas
las puertas del mundo de la alta y baja cultura. Es condenarse al ostracismo
como escritor y pensador. Pero eso es lo que pienso.
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