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sábado, 10 de febrero de 2024

Artículo Periodístico 578º: “La envidia y la Mancha”.

                         Artículo Periodístico 578º: “La envidia y la Mancha”[1].  

                        0. Siempre se ha dicho que el pecado capital por antonomasia de la Piel de Toro ha sido y es la envidia. ¿La cuestión es, sea cierto o no lo sea, si la envidia es una de las razones de que la región de la Mancha vaya con retraso comparada con otras regiones de España y de Europa? ¿Si en la Mancha tenemos que cambiar de mentalidad, y por tanto, curarnos, si es que sufrimos en demasía de la envidia, para poder vivir y sobrevivir en un mundo actual con todos los horizontes y connotaciones que dispone?

                        1. Se puede definir la envidia como el dolor o el sufrimiento que una persona padece, por ver que el otro tiene algo que ha obtenido de forma legal y moral, que él o ella no tiene y desea tenerlo. En una segunda posible descripción sería el deseo desordenado de no alegrarse del bien que la otra persona tiene, y que ha obtenido de forma legal y moral, pero que él o ella no tiene. En una tercera definición clásica, se describe como pena o pesar o dolor o sufrimiento del bien ajeno.

                        Se denominan pecados capitales, porque de ellos nacen otros pecados u otros errores morales graves, es decir, de la envidia o de la lujuria o de la gula o de la ira-cólera, o de la pereza, o de la soberbia o de la avaricia o de la vanidad son cabeza de otros males morales, hacia si mismo y hacia los demás.

                        2. Fernando Díaz Plaja, escribió un libro famoso que se tituló Los españoles y los siete pecados capitales, y si no recuerdo mal, indicaba que el mayor pecado capital de los españoles era la envidia, y por comparación decía, si no recuerdo mal, que los franceses era la avaricia. Cela, el Premio Nóbel que este año recordamos sus cien años de su nacimiento, Luis Racionero y la mayoría de escritores de este país y de este terruño indican que la envidia es el mal por antonomasia español.

                        No vamos a analizar las causas, sean éstas debidas quizás a factores que vienen o devienen desde la noche de los tiempos, sea la lucha ideológica interna que durante siglos ha existido entre diferentes culturas e ideologías, sea el temor constante de la reforma-contrarreforma en los tiempos modernos, sea que siempre hemos sido tierras de frontera, por lo cual, los pueblos han tenido más derechos que el resto de Europa, sea por lo que sea, debemos aceptar que la envidia, si no es la desvirtud o el hábito negativo más desarrollado, es uno de los más…

                        A mi modo de ver, el español se caracteriza por una mezcla de lujuria-avaricia-envidia, en distintas dosis…

                        3. Si aceptamos como verdad lo que se ha denominado el síndrome de Solomon, con su famoso experimento en un instituto de secundaria en el año 1951. El ser humano necesita ser aceptado por los demás, y por tanto, si se produce la crítica al que tiene éxito, aunque ese éxito haya sido conseguido de forma legal y de forma moral, entonces se paraliza a las personas y éstas no buscan el éxito, porque los seres humanos necesitan que los demás los apoyen, y los incentiven y se alegren de sus bienes…

                        En definitiva se aprenden y aprehenden comportamientos para evitar sobresalir, para que de ese modo nadie te critique, de ese modo seas aceptado por los demás, de ese modo, no sientas el ridículo que otros te producen, evitarte el odio y la inquina y el rencor de los demás, en definitiva, para evitar la envidia… Necesitas ser aceptado por el grupo o por los otros…

                        Porque se puede envidiar todo de los demás, sea alto o bajo, tenga dinero o no tenga, tenga hijos o no tenga, tenga cultura o no tenga, tenga éxito en sus negocios o no tenga, tenga belleza o no tenga… En definitiva, como nadie tiene todo, nadie es el hombre y la mujer cien, pues nadie puede tener todo, por tanto, todo sujeto es objeto y sujeto de envidia, por un lado, envidia lo que los demás tienen y el no tiene, y es envidiado por los demás, por lo que ellos tienen y los otros supuestamente no tienen. Por lo cual, se produce como una especie de juego cuya resultado son las tablas o no existe ganador, ni vencedor, juego final cero, todo el mundo se paraliza, si no totalmente, si en muchos aspectos de la realidad social y del mundo económico y profesional y laboral y vocacional…

                        Dicho de otro modo, todo el mundo o gran parte de todo el mundo, hace lo menos posible, por consecuencia casi nadie sale a ganar a y en la vida real. Muy pocos, un tanto por ciento, muy pequeño salen a tener éxito, sea en sus negocios o en sus estudios o en su actividad laboral o profesional. O al menos, un tanto por ciento inferior a la media de otros territorios que no tengan envidia.

                        Se decía, dato que no sé si es cierto o no, pero que he leído varias veces a lo largo de mi vida, que en las ciudades pequeñas de Estados Unidos, dónde todo el mundo se conocía, cuándo alguien, había tenido éxito en su actividad laboral, y por tanto, obtenía un incentivo económico directa o indirectamente, y esa persona, en ese momento se compraba un coche de más calidad, sus convecinos interpretaban que había tenido éxito y le aplaudían y le daban la enhorabuena…

                        ¿Sea cierto dicho dato o no lo sea, me pregunto, cuántos vecinos de cualquier pueblo de la Mancha, si su vecino ha tenido éxito, en que su hijo ha terminado una carrera o ha tenido éxito en su taller de coches o en su industria del queso van y le dan la enhorabuena…?

                        ¿Quizás en la Mancha necesitaríamos una mentalidad un poco más calvinista, un poco más hebraica en esto, un poco más liberal en estos temas, para de ese modo poder vivir y sobrevivir mejor, para que nuestra región avance de forma más deprisa y más profunda y más continuada, para crear más riqueza, riqueza en todos los órdenes de la realidad…?

                        4. Debemos plantearnos seriamente, dicho problema, o cambiamos de mentalidad en Hispania y en la Mancha y por tanto, entre otros factores o vectores cambiamos y dejamos y olvidamos y combatimos a la envidia, o todos saldremos perdiendo… porque necesitamos que existan personas que emprendan oficios y profesiones, y necesitamos que esas personas tengan éxito en esos negocios y en sus profesiones, porque de ese modo se creará riqueza, y de ese modo se creará empleo, y de ese modo, nuestros hijos y nietos no se tendrán que ir fuera de la Mancha, como llevan haciendo ya varias generaciones…

                        Por tanto, todos estos elementos, cambio de mentalidad, luchar contra la envidia, alegrarse del éxito del vecino, siempre que sea legal y moral, crear empleo, que haya plusvalías, crear empresas y negocios para crear riqueza y ganancias, etc. Eso es lo que necesitamos en la Mancha, eso es lo que necesitamos en España…

                        5. Terminaremos con una pregunta, ¿somos conscientes del mal que nos está produciendo la envidia, mal a los demás, mal a nosotros mismos, mal a los manchegos, mal a nuestros hijos, mal a nuestros nietos o biznietos…? ¿O por el contrario los manchegos y los españoles no sufrimos el mal de la envidia, tal como se ha definido, no alegrarte del bien del otro, que el otro ha conseguido de forma legal y moral y con su trabajo y su esfuerzo…? ¡Yo he visto alumnos que no querían que les pusiesen un diez por no ser criticados por sus compañeros, alumnos que no querían que sus compañeros supiesen que iba a la biblioteca del pueblo para que sus compañeros no les criticasen y les diesen de lado…! ¿Así creen de verdad que levantaremos la Mancha…, levantaremos Hispania…?

                        http://twitter.com/jmmcaminero         © jmm caminero (08-24 junio 2016 cr).

Fin artículo 578º: “La envidia y la Mancha”.

                                                                                  *



[1] El Digital.es CLM, 24 junio 2016. 28 junio 2016.

MiCiudadReal.es 24 junio 2016. E. y P.

El albacetense. 24 junio 2016. 27 junio 2016.