¿Por
qué parte de los españoles han perdido ese sueño o esa visión de futuro, de que
unidos todos, con nuestras pequeñas diferencias siempre será mejor para todos…,
por qué hemos perdido ese sueño o esa conciencia o esa realidad o esa voluntad,
qué nos ha pasado…?
¿Si
la Península Ibérica se divide a medio plazo de tiempo en cuatro o cinco
Estados, y ya somos dos Estados, estemos formando parte de Europa, o estemos a
medias, o no estemos, las consecuencias a medio plazo de tiempo pueden ser
imprevisibles e impredecibles…?
¿La
Península Ibérica, siempre se ha estado destrozando por dentro…, sin negar las
presiones externas y exteriores…?
Si
dos colectivos se enfrentan, por unas ideas, por unos fines, cómo intentar que
esa confrontación-enfrentamiento no termine en enormes sufrimientos, sean
ahora, o sean a medio plazo de tiempo…
Ver
como una sociedad y un pueblo se dirige al precipicio, al abismo, con
consecuencias imprevisibles e impredecibles, a corto y medio plazo de tiempo, y
no saber, teorizar ni siquiera una posible solución o respuesta… Este es el
drama de algunas personas del pensamiento.
¿Cómo
usted o yo, no salimos en los medios de comunicación, y no tenemos empresas, ni
somos directivos de grandes empresas, ni somos grandes en nuestras profesiones,
al final, nos vamos convenciendo que no somos importantes, que somos
prescindibles…?
¿Cómo
aplicarse a uno mismo el discernimiento espiritual del que tanto nos habló
Ignacio de Loyola…? ¿Y el discernimiento familiar, profesional, vocacional y en
la vida diaria y rutinaria…?
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