En
el fondo, todo el mundo cree en los derechos humanos, pero especialmente en los
propios, y no en la de los demás, o dicho de otro modo, justifica y desea
aplicar entre todos los derechos humanos, los que ellos consideran más
importantes, frente a otros menos esenciales…
Puede
que ninguna sociedad o Estado cumpla todos los derechos humanos de 1948, pero
no es lo mismo la que se salte o aplique a medias tres derechos, que aquella
que no aplica diez o quince…
Una
persona con diez derechos humanos y otra con cinco, en principio, la primera
producirá más, más en todos los sentidos que la segunda. Y lo mismo en
colectivos.
Cada
derecho humano, primero, hay que justificarlo y fundamentarlo, segundo, hay que
dedicar una voluntad social y política para aplicarlo, y en tercer lugar, tiene
un coste económico en principio, aunque por lo general, a la larga materializar
ese derecho otorga muchos dividendos.
¿Sin
que se tome como blasfemia, no es lo mismo la persona que haya sentido y sienta
el silencio de Dios, aunque no exista ese silencio, de la persona que no lo
haya sentido, o que ni le preocupa una cosa, ni otra…?
¿Tanta
información y tantos datos, y tantos impulsos y emisiones de percepciones,
ideas, pensamientos, pulsiones, conceptos e ideas, pueden hacer que el ser
humano se pierda dentro y fuera de si mismo, en mayor o menor medida…?
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