Encontrar nuevas teorías
y nuevos conceptos que aumenten la verdad teórica y práctica, la bondad-bien
teórico y práctico y si es posible también la belleza.
Buscar nuevas teorías y
conceptos más verdaderos y bondadosos es ir disminuyendo el mal, el sufrimiento
y la angustia para todos los seres humanos. Si una frase equis, reduce y convence
a diez o mil personas que no jueguen demasiado a ningún juego, pueden hace una
o mil veces bien y bien profundo a una o a mil personas. Aunque ésta no lo
sepan, nunca conozcan de dónde ha venido la idea de no caer en ese error.
Además de otras razones y causas. Antes de caer en el mal y en el sufrimiento
evitarlo, en la teoría y en la práctica. Antes de que alguien necesite que se
le ofrezca un vaso de agua o un trozo de pan, ofrecerle ideas para que esa
persona pueda, con medios legales y morales, que pueda él o ella ganarse su pan
y su agua.
Por otro lado, no
debemos obviar y olvidar, la enorme cantidad que toda persona, en las
sociedades occidentales, que tiene un trabajo modesto, paga de impuestos
directos e indirectos, que favorecen a él mismo y a su familia, pero también a
la sociedad, de mil modos y mil formas. En cierto modo, cada ciudadano en
occidente paga más, obligado por el Estado, que los antiguos diezmos o las
antiguas limosnas. Sin negar que algo de todo ello, pueda y deba hacer, al menos
en forma de limosnas. Quizás, dado esos impuestos, no solo por imposición
legal, sino también, por ese ofrecimiento religioso según el cristianismo,
completaría y complementaría el bien y el concepto. De esta forma el impuesto
directo o indirecto, que casi todo revierte sobre el que lo paga, pero también
sobre otros, según la edad y oficio y situación, es una forma moderna de
caridad, siempre que también esos impuestos tengan un límite. Que eso es un
problema de política y ciencias sociales y filosofía y moral.
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