Percibir, sentir,
pensar. En estos tres niveles de ser y de estar está casi todo lo humano,
individual y colectivo.
Soy un pensador, que
creí que pensaba para la sociedad y la humanidad, el tiempo me ha demostrado
que no pienso para nadie, porque a nadie critica o analiza lo pensado, nadie
indica que no está de acuerdo, ni de acuerdo.
Cada uno arrastra sus
heridas profundas y sus circunstancias y sus deseos cumplidos o no cumplidos.
Dicen que no existe
Dios, que no tenemos alma inmortal, es como decir, que jamás, jamás en ningún
lugar habrá justicia, ni Justicia. El que haya sido bueno en ningún lugar se le
apreciará, el que haya sido malo, en ningún lugar, se dará cuenta de la maldad
que ha creado. Es el absurdo más completo, es la desintegración de lo humano,
no pensar, que en algún sitio habrá Justicia y Verdad y Bondad…
Demasiados en el siglo
veinte, en todas las artes y saberes han triunfado desarollando lo negativo de
la vida, hecho de forma estética o vanguardista. Otros, como yo, y otros,
fracasamos en lo cultural, porque sin dejar de ver lo negativo, también vemos
lo positivo. Y, y esto no gusta, quién dirige la cultura no quiere que se
exprese esto. La pregunta, existen entidades, que gestionan la cultura, a nivel
europeo, un entramado de voces de la universidad, de la crítica, de los museos,
de y de…, que responden al poder cultural de hoy, al poder económico, social,
etc.
Es obvio y evidente, que
un grupo de personas, de una ideología equis están aceptando el sistema para
cambiarlo. Y después tomar el poder, y cuándo lo hayan tomado, solo sus mentes
sabrán lo que tienen pensado…
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