Artículo Periodístico 679º: “¿Sería necesario analizar lo que ven los niños y jóvenes en los medios de comunicación?”[1].
0. ¿Los niños pueden
asistir a determinadas manifestaciones o espectáculos en la calle…? ¿Debería
volverse a “valorar de alguna manera los programas de televisión para indicar
si son aptos para determinadas edades o no lo son…? ¿Se deberían analizar
algunos productos culturales difundidos de una manera o de otra, por ejemplo,
grabaciones si son convenientes o no? ¿Deberían ponderarse la conveniencia de
algunas plataformas y productos en Internet la conveniencia desde los distintos
parámetros para determinadas edades, visto desde los distintos puntos de
vista…? ¿En definitiva analizar los productos culturales en los medios de comunicación
y en los medios culturales industriales actuales…?
1. Nadie se rasgue las
vestiduras, pero hay que hacerse al menos esta pregunta y después aplicarla a
estos tres grandes ámbitos: primero, pueden asistir los niños y jóvenes, según
edad a determinados manifestaciones o espectáculos en la calle. Por ejemplo, es
lógico y racional y moral que los padres lleven a sus hijos a manifestaciones
políticas en la calle, evidentemente son pacíficas, pero es conveniente y
adecuado. Y cómo este caso en multitud de otras realidades sociales públicas.
La segunda cuestión,
¿sería conveniente que en los programas de televisión, hubiese una ponderación
y valoración moral, realizado por un comité de expertos y de moralistas, que
valorasen si tal programa es apto para una edad o no lo es. No se rasguen las
vestiduras recordando el pasado cuándo existía un rombo o dos rombos en las
películas. Dicho de otro modo se emiten contenidos en los medios audiovisuales,
que sea por violencia, sea por sexualidad no adecuada, sea por crítica acerba
hacia otras personas, sea por poca mesura y contar los trapos sucios de unas
personas o de otras, sea por una violencia en el lenguaje en temas sociales o
políticos o económicos, sea por otros factores no es conveniente que
determinada franja de la población lo vea y lo escuche. Y al menos habría que
avisar a los padres o tutores o educadores con alguna señal o signo que al
menos lo sepan. Aplicando esta cuestión no solo a televisión sino a otros
medios de difusión de información o culturales, desde la radio a discos,
música, etc.
En tercer lugar el
problema de las redes sociales, diríamos una tecnología nueva que se está
utilizando y consumiendo a niveles masivos por y para toda la población, pero
que hay que buscar modos o maneras para intentar valorar su utilización, su
uso, su valor…
2. Puede estar
sucediendo que tengamos unos marcos legislativos de enorme respeto a las
libertades individuales y a los derechos humanos y a la dignidad de la persona
humana, pero después se han creado rendijas dónde se insertan contenidos que no
son aptos para determinadas edades, especialmente niños y jóvenes, por ejemplo,
determinados contenidos de violencia, determinados contenidos de carácter
sexual, determinados contenido que van en contra de la mujer, de los derechos
de las minorías, que van en contra de la dignidad humana o de los derechos
humanos, etc.
Pero puede suceder que
los padres, progenitores, tutores, educadores no sepan o no conozcan la
valoración diríamos moral de dichos programas… Por ejemplo, programas
televisivos en los cuales, unos redactores o tertulianos ponen verdes a otros,
sean famosos o no lo sean, pueden pensar en mentes juveniles e infantiles que
si eso sucede en televisión, por qué ellos no van a poder hacer lo mismo con otros
compañeros de clase, con otros conocidos, con otros amigos, incluso el
comportamiento en las aulas…
Debemos preguntarnos con
estudios de campo o encuestas y otros medios si parte de la violencia que se
está produciendo en la sociedad, en las aulas se debe a que los medios de
comunicación se difunden o se enseñan modos y formas que no son convenientes,
no son adecuadas, no son moralmente factibles. Y especialmente no se indica si
un programa concreto o un tipo de programa es apto para niños o para jóvenes.
Por lo cual, muchos padres o tutores o progenitores pueden dejar ver programas
televisivos a sus hijos o a jóvenes o adolescentes o niños o niñas… No debemos
olvidar y obviar que toda información, sea de lenguaje verbal o de imágenes no
incide lo mismo en unos individuos que en otros, sean adultos o sean jóvenes o
sean niños. Por lo cual, hay que proteger a los jóvenes igual que lo hacemos de
que no trabajen en las minas, que tengan salud física y biológica, también
deberíamos buscar que tuviesen salud psicológica y moral, y que ésta no se
malee o empeore a través de los sistemas de medios de comunicación actuales
(televisión, radio, Internet, plataformas de comunicación de distinto tipo,
música, etc.).
No se puede infravalorar
la enorme importancia e impacto de los medios de comunicación, sea los medios
audiovisuales, sea la televisión, sean las redes sociales en la forma de
entender y comprender el mundo, para todo tipo de personas, pero especialmente
en edades tempranas, pero tampoco infravalorar el impacto de esos medios en las
formas de sentir, de entender las pasiones, los afectos, los sentimientos en
toda clase de edades. Y en tercer lugar, no debemos infravalorar la importancia
de los medios audiovisuales, televisión o Internet u otros sistemas, en los
actos o actuaciones o en la vida práctica de las personas…
En
definitiva en la cuestión del bien y del mal, de lo correcto y de lo
incorrecto, de lo conveniente y de lo no conveniente, de lo adecuado y no
adecuado…, desde los distintos puntos de vista.
3. Ya sabemos, ya
entendemos que no podemos tener a las generaciones jóvenes y de niños en una
cápsula de cristal, pero tampoco podemos dejarlos a la intemperie de multitud
de estímulos, ideas, conceptos, imágenes, posturas, hechos, datos que no son
capaces de asimilar o de entender, ni desde su faceta conceptual o del saber,
porque no conocen lo suficiente, ni desde su faceta de su afectividad o
emocionabilidad o sentimientos, y desde luego tampoco desde la vertiente de la
actuación, actos, acción, práctica porque no pueden comprender todas las
consecuencias…
4. Para terminar creo
que es necesario primero que se cree primero un debate público sobre este y
estos temas o cuestiones.
En
segundo lugar creo que un comité de expertos (psicólogos, moralistas, filósofos
y otros especialistas) valoren la calidad moral y conveniencia de determinados
programas televisivos y de otros medios de información, si son aptos para niños
o no lo son. Sin que por eso quede tocado el derecho a la libertad de
pensamiento y expresión según la legislación constitucional. Por lo cual se
debería indicar en cada programa si es apto o no es apto para determinadas
edades determinados programas o películas, pero también otros productos
culturales que se difunden con los diversos medios de comunicación e
industriales del momento. Y de ese modo progenitores y tutores y educadores
conociesen dicho valor.
En
tercer lugar se analizase seria y profundamente, y al menos, se indicase la
valoración y moralidad y conveniencia de que determinados sistemas o
plataformas audiovisuales y determinados productos si es conveniente para tal o
cual edad, sean medios de comunicación, sean productos de Internet, sean
productos culturales de la industria cultural, etc.
Igual que nadie en su
sano juicio desea que ningún niño esté trabajando de sol a sol o en las minas,
no podemos aceptar que niños y jóvenes puedan ver distintos sistemas de
información que no es conveniente para su edad, su capacidad cognoscitiva,
intelectiva, afectiva… Me pregunto cuántos males se evitarían si se analizase
este tama y, cuantas violencias se evitarían en la sociedad, en las aulas…
¡¿Cuántos
sufrimientos y angustias y penas y gastos económicos se evitarían la sociedad,
los individuos, las familias si este tema se abordase, se estudiase teniendo en
cuenta todas las ciencias sociales y todo tipo de expertos, y después se
pusiesen las soluciones adecuadas lo antes posible…?!
http://personal.cim.es/filosofía ©
jmm caminero (12 octubre-12 nov. 2016 cr).
Fin artículo 679º: “¿Sería necesario analizar lo que ven
los niños y jóvenes en los medios de comunicación?”.
[1]
E. 12 nov. 16 al
ADValdepeñas.com. Diario Alhaurin de la Torre.com. Xornal de Galicia.es. El
Tambor de la Gomera.es.