Artículo Periodístico 437º: “Solitarios: Pessoa”[1].
0.
¿Qué nos dice la biografía de una persona sobre ella misma, sobre la naturaleza
humana, sobre todos? ¿Qué nos dice si es un escritor? ¿Qué nos dice Pessoa de
él mismo, de nosotros mismos, de la humanidad…?
1.
Fernando Pessoa, 1888, Lisboa, 1935, Lisboa, Portugal.
Creo
que es imposible abarcar una vida, es más creo que es imposible abarcar,
incluso la propia vida. Menos aún en un artículo de unas cientos de palabras.
Pero creo que tenemos que intentar mostrar y descifrar algo del misterio de un
ser humano, en este caso de Pessoa, una especie de homenaje, y también, que
algo de su vida, algo de sus hechos, algo de sus escritos nos pueden ayudar
para vivir nuestra vida y, esperemos vivirla mejor.
2.
En este caso se da el doble adjetivo, con todo respeto, de un solitario, amaba
la soledad y ser solitario, sin negar que se juntase con amigos y en tertulias,
y en muchos sentidos, debido a muchas razones que vislumbramos, y quizás otras
que no sabremos nunca, fue un fracaso, se sintió fracasado, en muchos aspectos
de la vida y de la existencia, quizás familiarmente, quizás no saber o no poder
fundar una familia, quizás no tener un trabajo fijo y bien remunerado, quizás
no haber podido ir a estudiar a Oxford, quizás el no ser un poeta reconocido
por el público, quizás el no ver sus obras publicadas o gran parte de ellas.
Quizás murió además, entre otros factores, consecuencia de su ebriedad
constante, quizás murió sabiendo que sus obras, dicen que veinticinco mil
páginas, dentro de su famoso baúl o arca, sabiendo o creyendo que se perderían
o se destruirían.
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Quizás sea un misterio lo de los heterónimos, quizás empezó intentando una
forma de anonimato, porque no quería que los demás le conociesen, quizás tenía
un rechazo familiar porque se dedicase a esta actividad, quizás mil otras
razones. Y fue cambiando y al final, se convirtió en un gran juego. Quizás en
un gran descubrimiento de las posibilidades del ser humano. No solo de si
mismo. De todas las facetas que uno puede descubrir en uno mismo. De todos los
hombres que uno puede ser en un hombre o una mujer en una mujer. Quizás debido
a sus cambios de personalidad en sus estados de ebriedad. Quizás una forma de
cambiar de estilo poético y de temas, y al mismo tiempo, darle un nombre
diferente.
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¿Por qué algunos autores son considerados grandes en la literatura, genios,
esenciales para la literatura universal? ¿Qué nos dicen de nosotros mismos y
qué nos dicen de ellos que es de ellos pero también es algo que está en
nosotros? ¡Qué descubren con sus palabras o conceptos o ideas o imágenes o
sonidos o metáforas o tropos…!
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No se entendería Pessoa sin Lisboa. Diríamos que Lisboa es un segundo personaje
dentro de su construcción de su yo, de su literatura, de su conocimiento, de su
saber, de su estar…
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A veces, pienso y me pregunto, una persona que conocía varios idiomas, en esto
mucha diferencia con el resto o la media de sus coetáneos y, sentiría que no
habría llegado a un mínimo de bienestar material en su existencia. O dicho de
otro modo, que tenía un exceso de saber, comparado con la media de la población
de su momento, y por otro lado, vivía quizás por debajo de sus posibilidades y
de sus conocimientos y de su cultura y de sus estudios y de su saber…
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Con Pessoa, Dickinson, Borges, Kafka, Joyce… y otros, uno comprende que la
literatura es otra cosa más allá de la literatura, que la palabra o palabras es
algo más allá de la palabra o palabras…
Según
Google se conservan ciento treinta millones de libros distintos, quizás se
hayan destruido otro tanto a lo largo de la historia, pero quizás estos grandes
genios nos descubren algo, algo profundo de nosotros mismos, algo que todavía
quizás las ciencias sociales y naturales no han descubierto, no han metido en
una ecuación biológica o psicológica o fisicomatemática. Por eso, de alguna
manera volvemos a sus fuentes a beber, a beber para intentar entendernos un
poco mejor. Al mismo tiempo nos muestran una personalidad diferente, cada
autor, sin esforzarse, muestra un modo de ser y estar y hacer diferente y
diferenciado…
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Como Descartes que dicen se cambió muchas veces de casa, a Pessoa le sucedió lo
mismo. Quizás el primero fue por razones de seguridad personal, quizás el
segundo, por motivos económicos.
Pero
el cambiar constantemente de casa produce un cambio, no solo exterior, sino
posiblemente interior. Diríamos que se produce una sensación de desasosiego
profundo, como una de sus grandes obras literarias, quizás una sensación muy
profunda de vulnerabilidad. Quizás, no sabemos si causa o consecuencia o ambas
cosas a la vez de la muerte de su padre cuando él era tan joven, quizás del
casamiento en segunda nupcias de su madre, quizás del temor a la locura que
padecía su abuela, quizás al rechazo en la escuela en Sudáfrica que sufrió por
parte de otros alumnos, quizás a tantos motivos, que se entrelazan unos con
otros. Y que los demás desde fuera, no sabemos explicar, y quizás deban quedar
en eso: misterios y enigmas de una existencia y de una vida… Porque al final,
un ser humano, sea escritor o no, solo conoce una parte de si mismo, y solo
expresa una parte de la parte de si mismo…
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Quizás Pessoa tenia una gran pasión, solo una gran pasión, que en el fondo es
un drama, y que solo sufren algunas personas, que es ser escritor o ser poeta,
pero ser un gran poeta. Uno de los grandes. Y quizás ese deseo o pasión lo
consumió durante toda su existencia. Quizás todo lo demás estaba en función de
eso. Es como entrar en religión con votos incluidos…
De
ahí su enorme afán de libertad y su enorme afán de autonomía personal, y su
enorme afán, dándose o no dándose cuenta, de perderse a sí mismo en sí mismo.
Incluso de hechos y acontecimientos de su existencia, que no entendemos y no
comprendemos como el estudio y realización de cartas astrales, y de rozar cosas
extrañas, por decirlo de alguna forma suave, son exotéricos…
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En uno, de los considerados grandes poemas, indica que quiere ser solitario.
Quizás como en pocos se le puede dar ese calificativo. Quizás solitario por las
calles de determinados barrios de Lisboa, paseando, encontrando en un mundo
cerrado y pequeño, encontrando el gran misterio del ser humano. Unos, para
conocer la enorme riqueza y diversidad del ser humano, tienen que viajar por
mundos exteriores, países, ciudades, paisajes; otros, como Pessoa, solo
necesita libros para viajar, y su pequeño lugar o ciudad, y su mente y quizás,
quizás viajen más que los de la primera clase o forma… porque quizás viajan por
la mente, y la mente de alguna manera abarca muchos mundos. Aunque
evidentemente en la mente, con sus redes, te puedes perder en muchos mundos
diferentes y diferenciados…
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La soledad para percibir la realidad, la soledad para escribir y pensar y
percibir la realidad. O mostrar algo del pensar y del percibir.
Aunque
Pessoa nunca renegó de su familia, las visitaba de forma constante y vivió con
ellos, cuando pudo, sea madre y abuela y algún hermano…
En
ese sentido quizás se haya exagerado la soledad y “solitariedad” de Pessoa, no podemos
negar esa soledad y esa necesidad de ser solitario para
observar-pensar-sentir-escribir o incluso vivir. Pero tampoco podemos negar la
otra vertiente de relación con sus hermanos y familiares y algunos amigos y sus
tertulias en cafés, y suponemos que los diálogos que surgirían de forma
espontánea con conocidos de cafés, con camareros de cafés, con visitantes de
cafés...
Pero
no podemos negar el misterio o enigma, de su enamoramiento, que conozcamos solo
con una persona, Ofelia. Aquí se han creado distintas interpretaciones, no
podía, no quería, no tenía medios materiales, tenía problemas sexuales, cuando
tuvo la oportunidad ya era muy mayor, tenía problemas de dipsomanía graves, que
quizás podría una familia estable haber curado o menguado u obligado ir al
médico o a una clínica, etc.
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¿Se puede pensar una cosa de muchas maneras, se puede sentir una cosa de muchas
maneras? ¿Quizás el poeta, los grandes escritores nos enseñan algo de ello?
¿Diríamos posibilidades del pensar, posibilidades del sentir, posibilidades de
la emoción, posibilidades de la percepción…?
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Algunos consideran a Pessoa un pensador poeta o un poeta pensador o un filósofo
poeta o un poeta filósofo.
Es
cierto que la filosofía exige razonamiento y argumentación, y la literatura
solo necesita mostrar y expresar, sea una idea o un estado de ánimo o una
emoción o una percepción o una pasión…
Quizás
Pessoa como Nietzsche, como Kafka, como Joyce, como Dickinson, como Borges sean
personas-autores que están en la mitad de esos dos mundos, no sean escritores
puros, ni pensadores-filósofos puros, sino que están en medio, son ambas cosas
a la vez, y no son ambas cosas a la vez, sino que están en el punto intermedio
entre la tierra y la mar.
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Aprendamos y obtengamos una lección moral como en la Edad Media, en los cuentos
y apólogos medievales, no bebamos y no fumemos de forma excesiva, como Pessoa
lo hizo. Sin juzgar, no sabemos razones. Pero murió muy joven, quizás si
hubiese llevado una vida más sana, a nivel de estos dos aspectos de la vida,
sin quizás, habría vivido diez o quince o veinte o treinta años más. Y quizás,
sin quizás posiblemente habría recogido y recolectado algo de fama y de dinero
y de ocupar un lugar en el mundo de la cultura. Porque se lo merecía. Pero
apenas tuvo reconocimiento, y éste poco de sus coetáneos poetas. Ciertamente
otros, otros muchos de su época recibieron menos, y después de fallecer, aún
menos, como su gran amigo poeta que autofalleció en Paris…
3.
Diríamos que Pessoa estaba obsesionado por hacer su obra, su obra poética o
desciframiento de la realidad. De intentar hacer una gran obra, y de hacer una
gran obra poética y literaria que pasase y se recordase durante siglos. Creo
que eso lo ha conseguido. Pero de todas formas, tiene una vida rutinaria y
normal y discreta y humilde como la suya, tiene algo de tragedia, de gran
tragedia, de los héroes pequeños que casi nadie conoce. Esperemos que si existe
Otro Mundo haya encontrado en Él la paz y la misericordia y la piedad que creo
se merece. Aquí, mi pequeño homenaje a Pessoa y a tantos Pessoa que van por la
vida, sin saber que lo son, sin saber escribir, sin necesitar escribir, o
escribiendo o pintando o creando música o buscando teoremas matemáticos o
dejando sus pequeñas vidas en actividades filantrópicas… Descanse en paz señor
Fernando Pessoa, descanse en paz.
©
jmm caminero (02-12 enero 2016 cr).
Fin
artículo 437º: “Solitarios: Pessoa”.
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