No
temo la muerte, no la busco tampoco, pero quizás todavía no haya cumplido el
ciclo vital, es decir, el de criar una familia. Si viene y existe Dios, espero
me lleve cerca de Él, si viene la muerte y no existe Dios, espero haber
siempre, en mi modestia haber hecho el bien y la verdad.
Sé
que ya estoy entrando en la recta final de mi vida, en el un tercio último,
pero no sé si la pendiente última, va a durar unos años o unos lustros. Ya
empiezan los primeros achaques, que quizás se curarán al principio, pero junto
con otros quién sabe si será el final.
Ante
un juicio y una sentencia, al menos debería usted escuchar todas las partes. En
las familias, en sentido amplio, en los trabajos esto no se hace demasiadas
veces.
No
quiera ser mi adversario porque supuestamente usted tiene unas ideas diferentes
a las mías, porque si usted se fija bien, pueden ser que cinco ideas sean
diferentes, pero cien serán similares, porque usted es un ser humano y yo
también, es más lo que nos une que lo que nos separa.
Yo, yo no soy superior a nadie, no
me siento superior a nadie, si es cierto que sé más filosofía y más literatura
y más arte que la media de la población, pero también sé, que cada uno de los
demás, saben de otras cosas más que yo. Todo se equilibra. Pero tampoco soy
inferior a nadie, ni usted tampoco.
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