No observo y pienso y escribo y
pinto para mí, sino para el resto de los seres humanos. Y hasta ahora, salvo
alguna excepción todo son silencios. Esta obra no existe o apenas existe, ni a
nivel local, provincial, comarcal, regional, nacional…
Tanto
trabajo para crear y criar esta obra cultural, que denomino Cuadernos, tanto y
tanto trabajo, tanto y tanta observación, estudio, análisis, pensamiento, tanta
escritura, tanta pintura y dibujo y arte, tanta fotografía, tanto de tanto…
Para que al final, se pierda gran parte de ella.
No
sé si la parte o perspectiva plástica de la obra Cuadernos, ya estará destruida
o perdida o pegada entre sí u olvidada en rincones, porque se ha enviado a
cientos de interlocutores, museos, fundaciones. No sé que sucederá con la parte
escrita. Me temo que al final se perderá casi todo.
Lo
peor del fracaso enorme de la obra Cuadernos, es que nadie dice nada, ni bueno,
ni malo. Si alguien con respeto y razones y argumentos indicase es una obra
nefasta, o alguna de las partes, o algunas de las perspectivas, se lo
agradecería enormemente. Pero todo son silencios…
Un
escritor-pensador debe ser sincero, y no se tome como vanidad o soberbia, hay
días que pienso que debo ser el peor escritor-pensador-pintor del mundo, otros
días, pocos en relación a los primeros, pienso que Cuadernos de la Mancha es
una obra maestra… Nadie dice nada.
Si
usted canta a su región, permítame que yo tenga derecho también de cantar a la
Mancha, a Castilla, a España, a Europa, y a la humanidad. Permítame y concédame
ese pequeño derecho. Usted cante a quién quiera, pero permítame que yo toque el
violín lo mejor que sepa.
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