Artículo Periodístico 606º: “Paris bien vale una misa”[1].
0. Según algunos un
hecho histórico, según otros una leyenda urbana, para otros un tópico cultural,
pero sea lo que sea el pretendiente hugonote-protestante al trono francés,
decidió convertirse al catolicismo, para poder reinar, como Enrique IV, es
decir: Paris vaut bien une messe.
¿A veces me pregunto si
no es ésta la misma situación en la que estamos en las tierras de la Península
Ibérica? ¿Todos o la mayoría están preparando como ascender a la presidencia de
Gobierno, o al menos, no ser defenestrados como candidatos para las próximas
elecciones, sean tres meses o sean tres o cuatro años, y poder en ese momento
ascender a dicha presidencia de Gobierno…?
¿Por lo cual nos
preguntamos si hay un exceso de interés personal, personal de los individuos
que forman o conforman las cúpulas de las entidades políticas, y no solo el
máximo representante, interés de las fuerzas políticas distintas a y en todos
los niveles, y por tanto, no se aprecia tanto, hablo en general, puede que haya
excepciones, el bien común de la sociedad, del Estado, del país, ahora y en los
próximos años y lustros…? ¿La luz de la vela hace que las luciérnagas no vean
la luz de la luna?
¿Se percibe demasiado la
búsqueda del bien “particular” individual o del grupo, real o imaginario o
ambas cosas, y no el bien general, sea el bien común o el bien general o bien
mayor o el mal menor…?
1. Quizás habría que
aclarar algunos términos o conceptos o ideas, que están posiblemente en el
fondo de algunas aptitudes y actitudes:
- El problema actual,
habiendo muchos no está entre la izquierda moderada y la derecha moderada, sino
entre los que son constitucionalistas y no constitucionalistas. Sin negar en
los constitucionalistas una evolución futura o próxima y cambios consensuados.
- El problema ahora como
segundo principio no está entre ser de izquierdas o ser de derechas, sino entre
secesionistas y no secesionistas.
- El problema en estos
momentos no es entre mayores medidas sociales o menos medidas sociales, es
decir, no es entre izquierdas y derechas moderadas, en sentido europeo, sino
entre partidos o ideologías moderadas, de izquierdas y derechas y partidos no
moderados de izquierda.
Por lo cual si se tienen
en cuenta estos tres ejes o principios o fundamentos, la cuestión teórica y
práctica sociopolítica a día de hoy, no es “un gobierno de izquierdas o de
derechas moderados”, a semejanza de casi todos los europeos en estos setenta
años, sino no caer en “algunos de esos límites o radicalizaciones o vórtices
anteriores”. Lo cual no solo cambiaría esencialmente la conformación de la
sociedad y del Estado, sea hacia una posición no “moderadas de izquierdas” o
sea “hacia posiciones de secesión del Estado en varios Estados”, o ambas cosas
a la vez.
Por tanto, ante esta
situación doble de tanta gravedad, los partidos o fuerzas ideológicos políticas
moderadas, sean de izquierdas o de derechas, “tienen que tomar medidas
esenciales y radicalmente moderadas, pero diferentes a la práctica de estas
últimas décadas”. Tienen que ponerse de acuerdo, consensuar, pactar, dejar y
dejarse gobernar… Mirar el presente, para salir de este hoyo, o salir de la
forma mejor, y no en cálculos políticos o regateos a pequeña distancia, “para
yo, yo seguir siendo el candidato para ser mañana o pasado mañana presidente de
gobierno… o mi partido, si no hoy, pasado mañana sea el máximo…”. Hay que
buscar el bien común y general de la sociedad, del Estado de hoy y de mañana, y
no las pequeñas-grandes ventajas de un candidato o de una fuerza política o
ideológica, para hoy o para mañana.
Ante una situación tan
grave como en la que estamos, no solo los dos peligros enormes están en el
horizonte, sino añadan los peligros del terror internacional, problemas en el
mediterráneo, problemas demográficos-culturales-ideológicos-religiosos,
problemas de una enorme crisis económica que está destrozando individuos y
familias, problemas sociomorales, etc. No tenemos más remedio que todas las
fuerzas constitucionalistas y con sentido común y racional, pacten y
consensúen, para que podamos tener la esperanza de seguir viviendo y existiendo
con un mínimo futuro. Es un problema esencial de supervivencia… O es que no nos
damos cuenta…
Lamentablemente durante
décadas ha habido personas e ideologías que han vivido en gran parte, de la
supuesta “competencia y competitividad” de izquierdas contra derechas, de
derechas contra izquierdas… pero ahora, no estamos en esa situación. Y muchos
problemas han venido por no haber curado esas heridas esas ideologías. Más
cuándo en tantas cosas coinciden y coincidían y siguen coincidiendo. Estamos en
una situación sociopolítica de enorme gravedad. Y ante esto hay que poner
medidas y soluciones de enorme gravedad, empezando por el consenso…
2. Partamos del modelo
de que existen cuatro grandes partidos nacionales: A, B, C, D. Admitamos que
los tres primeros son moderados, y el D, no lo es.
Imaginemos que el
partido A y B, son de derechas moderada, pongan el adjetivo que quieran, y el
partido C, de izquierda moderada, y el partido D, de izquierda no moderada. Sin
voluntad de herir a nadie. Cada uno es lo que quiere ser o lo que puede ser.
Imaginemos que en las
elecciones hubiese ganado con mayoría, mayoría no absoluta pero si mayoría en
vez del partido A, como ha sucedido en estas dos últimas elecciones el partido
C.
¿No sería lógico, que de
la forma o manera consensuada o pactada, se le dejase al partido C, ser
presidente de gobierno su líder, su partido político ocupar una preeminencia
durante los próximos años hasta la siguiente elecciones, sin negar el consenso
o el pacto en multitud de temas…?
¿Nadie entendería que
los lideres del partido A y B, no dejasen, no apoyasen, sea de una forma o sea
de otra, que dicho partido C, que hemos indicado en el esquema o modelo que
estamos siguiendo, que es el partido de izquierda moderada, es el partido que
ha ganado las elecciones…?
¿Alguien podría
comprender que en la situación actual de tantos frentes abiertos, sin saber en
qué y cómo puede terminar la cuestión, alguien entendería, por el bien del
país, por el bien de superar la enorme crisis económica, por el bien de tantos
millones de desempleados, de tantos millones de seres humanos que quieren tener
un futuro y vivir una vida, que al menos, haya una esperanza y el país se
estabilice…? ¿Porque olvidamos que una enfermedad puede curarse, o puede
cronificarse o puede llevar al enfermo a la muerte, y los problemas
sociopolíticos son similares a las patologías médicas, siguiendo la metáfora…?
3. ¿Por otro lado, los
líderes actuales de los cuatro partidos, del A, B, C, D, especialmente de los
que no ocupen la presidencia de gobierno, por parte de sus comités máximos
políticos, deberían realizar un pacto con ellos de dejarlos en sus lugares…?
¿O dicho de otro modo,
creo que si los máximos comités políticos se deben comprometer a que sus
líderes actuales, no paguen el precio de dejar la máxima secretaría de sus
partidos, porque han llegado a un pacto con otras fuerzas políticas…?
¿O si quieren que se lo
explique de otro modo, a mi modo de ver, es absolutamente necesario que los
líderes máximos del partido B, C, D, sus comités políticos máximos no los
quiten de sus secretarías generales, y que puedan continuar estos próximos tres
o cuatro años, siendo los líderes y poderse presentarse en las próximas
elecciones como máximos líderes de sus partidos…?
¿Creo que esto
facilitaría enormemente mucho que los altos niveles de cada partido sean
capaces de llegar a un acuerdo para que exista un Gobierno y un Presidente de
Gobierno y una posibilidad de Gobernación real ahora mismo para los próximos
años?
4. Por último, cuando
era joven, a mí me enseñaron que una de los motivos del fracaso de la Segunda República fue que existían demasiados
partidos en el Parlamento Nacional.
Como yo soy un modesto
articulista, no soy un representante de ningún partido o fuerza ideológica,
como yo soy un modesto librepensador, creo que tengo que expresar mi modesto
parece y creo que “no pueden existir tantos partidos en el Parlamento, porque
ya nos encontramos con una decena, entre partidos nacionales y regionales”. Y
me temo que así es muy difícil la gobernación… Cosa que es evidente que está
sucediendo…
Y reitero como yo soy un
modesto librepensador y articulista debo no obviar ninguna posibilidad, por
tanto debo indicar, guste o disguste, lo que todo el mundo dice en privado,
pero que casi nadie se atreve a decir en público, “que quizás el pueblo o parte
apreciable del pueblo, por no saber suficiente política, por no saber
suficiente economía, por desesperación y angustia, por hambre o por temor al
hambre, quizás no ha tenido la suficiente racionalidad a la hora de dar su voto
y otorgar su representación”. ¿La voluntad general ha errado o fallado o se ha
equivocado o le han confundido o le han manipulado o le han engañado o le han
mentido o todo a la vez en distintas proporciones?
Nadie
se rasgue las vestiduras, sean talares o no lo sean. Porque yo soy parte del
pueblo… digo esto, porque quizás todos tengan la obligación de enseñar al
pueblo, a nosotros, con realidades y no con monsergas utópicas e ideales no
realizables, de un color o de otro… y el pueblo tiene el deber de no dejarse
engañar por cantos de sirenas, sino captar o intentar captar la realidad del
presente y del futuro… Unos tienen el deber de educar según lo que dicen las
ciencias sociales ortodoxas, y otros, nosotros el pueblo, tenemos el deber de
aprender y aprehender, cada uno según sus posibilidades lo que dicen esas
ciencias sociales ortodoxas…
5. Para terminar creo
que los que vivimos en la Península Ibérica nos merecemos tener una esperanza
de vida para el presente y para el futuro, para nosotros y para nuestros nietos
y biznietos futuros, es decir, los celtiberos nos merecemos una misa…
http://twitter.com/jmmcaminero
© jmm caminero (27 julio-05 agosto 2016 cr).
Fin artículo 606º:
“Paris bien vale una misa”.
*