Artículo Periodístico 543º: “¿La crisis de los intelectuales en Hispania?”[1].
0. Entre los diferentes
sectores y vectores de la crisis que estamos sufriendo, crisis moral, crisis
económica, crisis social, crisis política, crisis espiritual-religiosa, una de
ellas es la crisis de los intelectuales? ¿Salvo excepciones no hay una clase intelectual,
en sentido estricto? ¿Una clase o estrato intelectual que tenga valor y
libertad interior y exterior y no sea castigado, ni sancionado por analizar la
realidad y las realidades? ¿Los intelectuales en sus diversas especialidades,
ciencias sociales, artistas, escritores, literatos, pensadores, teólogos,
filósofos no se atreven a escribir e indicar lo que perciben y lo que ven, las
preguntas y las posibles respuestas, acierten o se equivoquen…? ¿Y una sociedad
con una especie de multicrisis no puede llegar a resolverla si no existe un
estamento social, serio y profundo, a nivel intelectual que intervenga en su
solución?
1. Se puede definir
intelectual aquella persona o personas que se dedican al análisis de la
realidad. Actualmente la realidad se analizaría apoyándose en todos los saberes
(ciencias naturales, ciencias sociales, ciencias matemáticas, filosofía,
artes-estética, literatura, teologías-religiones, tecnologías-técnicas…).
Especialmente ciencias sociales (economía, política, derecho, historia, etc.),
filosofía, artes-literatura, periodistas…
¿Pero la pregunta sigue
en pie hoy en la Piel de Toro, se sufre una enorme crisis de intelectuales, que
tengan suficiente grado de libertad y de voluntad y de valor para expresar lo
que creen es la realidad…? ¿Si cien grandes catedráticos de España, por
ejemplo, en economía, crearán un documento de veinte páginas sobre la realidad
de la economía, no lo que queremos que sea, no lo que podemos creer, no lo que
deseamos que sea, sino lo que es, y después las posibles soluciones, según su
parecer…? ¿No sería una gran ayuda e incentivo para el pensamiento, la
realidad, para entendernos, para la racionalidad…? ¿Y lo mismo otros
especialistas…?
¿No nos engañemos los
intelectuales, entendiendo como un sector o estamento muy amplio, tiene en el
fondo miedo y tiene temor basado en la realidad y en la historia? ¿Se les han
cerrado demasiadas puertas, sean en los mundos académicos, sean en los mundos
sociales, y si volvemos a la historia más tardía de hace ochenta años, muchos
terminaron en las paredes del paredón? ¿Por tanto, son los grandes
observadores, que hablan en círculos cerrados y de amistades y de familia pero
apenas se atreven a expresar sus opiniones e ideas y razones y argumentos y
hechos y datos en la vida pública…? ¿Más en unos tiempos tan convulsos que no
se sabe lo que va a suceder…?
2. Es más en estos
tiempos de crisis muchos se han preguntado, preguntas similares a ésta, ¿dónde
estaban los cientos de miles de economistas, licenciados, dedicados a la
enseñanza, a la empresa grande y mediana, es que ni el cinco por ciento
previeron la enorme crisis que se nos avecinaba…? ¿No tuvieron el valor de
escribir y redactar informes, de publicarlos en Internet, o si lo hubiesen
hecho sus vidas profesionales habrían sido rotas o ralentizadas? ¿Pero lo mismo
que se aplica a los economistas, a los teóricos de la política, a los
sociólogos, a los filósofos, los teólogos, los moralistas, a los estetas sean
de las artes o de la literatura, etc.? ¿Acaso es que no existe el invento de
Internet, y no inventaron los antiguos el invento de los seudónimos…?
¿Dónde el parecer de
docenas de exministros, cientos de exdiputados y exsenadores, que aún que estén
ya con una edad avanzada, no podrían darnos ideas y sugerencias y realidades
teóricas y prácticas, cientos de exconsejeros regionales, cientos de altos
excargos de la administración política,
¿No estamos hablando del
gran intelectual sea Sartre, sea Unamuno o sea Ortega y Gasset, que también los
necesitaríamos, sino la clase o el estamento de los intelectuales,
entendiéndolos en sentido amplio…? ¿Dónde están, salvando excepciones, están
escondidos, han desaparecido, los análisis que se realizan en sus
departamentos, quedan diríamos para unas elites de sus mismos especialistas y
no se hacen versiones para el gran público…? ¿Con más de setenta universidades
públicas y privadas en España, con miles de profesores en activo en todas las
ciencias sociales, humanidades, artes, filosofía, etc.? ¿Dónde está su voz y su
análisis serio y profundo, sus análisis científicos adaptados a todos los
entendimientos, que nos podrían dar luz…?
¿Seguimos creyendo,
quizás sea una cuestión de fe o creencia, que si todo el mundo acepta que
fallezca su padre o su madre, por ley natural de vida, cómo no vamos a aceptar
las crisis sociales y económicas y políticas y morales y de todo tipo, si se
nos explican las razones, motivos, causas, y nos indican las soluciones, aunque
sean muy duras y graves…? ¿Pero nos las tienen que indicar…? ¿Qué hablen los
que saben, que hablen los especialistas y los expertos, y que se callen tantos
aficionados, tantos que solo dicen lo que quiere oír una gran mayoría, porque
viven en la angustia y en la desesperación…? ¿Qué callen tantos ideólogos y
tantos comedores de cerebros y tantos con tantas bilis en el alma, o que hablen
también pero que sepamos lo que son? ¿Pero la realidad es la realidad, y la
verdad de la realidad es la que nos puede sacar de la enfermedad y de la
muerte, y la falsedad y la demagogia la que nos llevará a mayor grado de
enfermedad…? ¿Somos un enfermo grave a nivel social, político, económico,
moral, etc., pero o sanamos o nos volvemos enfermos crónicos sin saber muy bien
en qué y cómo puede terminar esto…? ¿Porque la cronicidad puede ser cada vez
más profunda…, acaso no nos damos cuenta que es esto lo que nos estamos
jugando…? ¿Qué el futuro sea aún peor que el presente…?
Entendemos perfectamente
que el mundo moderno actual ha cambiado, la enorme cantidad de ciencias y
saberes, nadie puede manejar y controlar mínimamente todos; los cambios en los
modelos socioeconómicos y de la industria cultural; los cambios sociales en
multitud de aspectos. Quizás el intelectual clásico que ha imperado desde la
ilustración se haya visto mermado… Pero aunque el intelectual hoy, sea una
figura reducida y mermada, el experto y el científico social y el especialista
tiene un enorme valor, al menos se sigue considerando así, y por tanto, estas
figuras en multitud de campos, podrían dar mucha luz a las cuestiones a
analizar y a las cuestiones de la realidad. Solo deben animarse y ser invitados
en los medios sociales a decir y expresar sus opiniones… ¿Cuántas tertulias
existen en los medios de comunicación, cuántos artículos en los medios de
difusión, cuántos expertos en los mass media que de forma rutinaria estén
diciendo o escribiendo sus ideas y sus saberes…? ¿Si hay una tertulia
televisiva, por ejemplo, de seis personas, además de dos o tres periodistas, de
un profesional electo de la política, por qué no uno o dos especialistas en
ciencias sociales, unas veces, historiadores, otras economistas, otras
sociólogos, otros juristas, etc.? ¿Lo mismo en artículos periodísticos y en
entrevistas, etc.?
¿Tenemos que pensar que
la censura al intelectual y la autocensura, puede ser de muchas clases y tipos
y formas y motivos y causas…? ¿No hablamos del gran intelectual y del gran
Premio Nóbel, sino diríamos a las miríadas de pequeños y medianos y grandes
intelectuales que pueden existir…? ¿Tendríamos que preguntarnos si, por unas
razones o por otras, se ha ido cercenando los caminos a unos y a otros, según
regiones, según ideologías o supuestas ideologías, incluso por aversiones
personales a determinadas personas…? ¿Habría que hacerse muchas preguntas en
este sentido…, y muchas carreras profesionales, artísticas, literarias,
científicas, académicas han quedado cercenadas en mayor o menor grado, debido a
multitud de factores o variables externos a los intelectuales, a esas personas
concretas de carne y hueso…? ¿Ya que no deberíamos olvidar que el intelectual
no es solo las grandes figuras a nivel nacional o internacional, sino
intelectuales en los círculos locales, provinciales, regionales, nacionales e
internacionales…? ¿¡Cada uno o cada una en sus esferas…!?
¿Los que creemos en el
consenso, no en el enfrentamiento, en la armonización de estamentos y clases
sociales e ideologías, todos mirando a un fin, la prosperidad de un país o de
una sociedad, el aumento de riqueza, de riqueza en todos los sentidos, y la
paz? ¿Porque la paz es lo único que puede permitir el progreso…? ¿Un ser humano
está formado por distintos órganos, pero todos colaboran en un fin, en una
unidad, pues lo mismo creemos que es una sociedad civil, una realidad formada
por multitud de órganos, que tienen que colaborar en buscar unos puntos de
progreso, riqueza, paz para el futuro…? ¿El famoso lema norteamericano de su
Constitución, parafraseando “el derecho de todo hombre a la felicidad”, a su
pequeña felicidad añadiría yo?
Solo pediría a los
poderes fácticos e institucionales, a los poderes económicos, a los poderes
políticos, a los poderes sociales, a los poderes de los medios de comunicación
que permitan que dejen que entren a torear en más cantidad a los intelectuales,
a los expertos, a los científicos sociales, a los filósofos…, y que ellos con
su saber nos den sus soluciones, sus preguntas…
http://www.facebook.com/cuadernossoliloquiosjmm ©
jmm caminero (13 abril-07 mayo 2016 cr).
Fin artículo 543º:
“¿La crisis de los intelectuales en Hispania?”.
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