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domingo, 17 de marzo de 2019

763. Ideologias e inconsciente.

763. Ideologias. 

                        Decía Marx, yo no soy marxista, o eso dicen que decía. Bien harían todos los seres humanos de todas las ideologías, aceptar que uno tiene que salir de su ideología, no quedarse siempre en su ideología, es decir, evolucionar y progresar que es lo que Marx supongo quería decir.
                           ¿Por qué aceptamos tal ideología o tal otra? ¿Qué motivos reales y profundos son en el fondo, y no solo en la apariencia? 
                           ¿Demasiados dicen ser de un color ideológico, pero la mayoría son del mismo, de sus propios y esenciales intereses, mezclados y combinados con sus heridas y sus traumas, su historia personal y biográfica? ¿Puede que sea lo razonable, pero no intente usted de engañarse y de engañarme, diciendo que es por tal idea o por tal otra?
                         ¿Pocos piensan en el bien común y bien general, sino si ese bien común, le favorece o le perjudica, o incluso aunque no sea bueno para el bien común o general, es bueno para mí, aunque no lo sea para los otros...?
                         ¿Si hubiese tantas personas de la ideología equis, que dicen que existen, y no de la zeta, de la ideología equis que van, dicen, en contra de la zeta, si hubiese tantas personas así, la ideología equis, habría triunfado hace siglos, pero casi siempre triunfa la ideología zeta, porque al final, los humanos dicen ser de la equis, votan a la equis, pero en el fondo son con sus comportamientos de la zeta...?
                          ¿Tengo que entender y comprender los traumas y heridas sociopolíticas que sufres, heredadas de tus abuelos o abuelas, y lo tengo piedad y misericordia por ellos y por tí? ¿Pero tú, no tendrías que tener misericorida y piedad por las heridas y traumas que yo pueda sufrir, por las mismas razones o similares...? ¿O son solo tus heridas y traumas las que hay que sentir misericordia...?
                        Usted, dice creer tener una ideología, y a mí, me sitúa en otra contraria. Pero, yo no pienso así, ciertamente hay puntos de diferencia y puntos en común. Yo valoro los comunes, usted la diferencia. De todas formas, cual es mi ideología, yo no la sé, usted sí.
                        Tratas a tal persona o a tal cual, con respeto, siempre intentando su bien, y en cambio, si te descuidas ella te pega un zurriagazo.
                        Está tal persona en el desempleo, y no le caes bien, y encima tú estás pensando para intentar modelos y subsistemas, para que más personas encuentren trabajo y puedan llevar una vida más racional, justa, equilibrada, bondadosa, útil, eficiente…
                        Estás pensando, en definitiva, para mayor eficiencia de tu sociedad, y que más personas vivan una vida con más derechos, y determinadas personas te cierran puertas y ventanas. Cuándo estás pensando para que ellas y sus hijos vivan mejor.
                        Te esfuerzas enormemente para encontrar verdades, que a su vez, tengan proyecciones sobre la realidad, sistemas sociopolíticos más equilibrados, más verídicos, más bondadosos. Y porque no estén de acuerdo con otras ideologías, te cierran los pasos.
                        Nunca entenderás, ni comprenderás, es un misterio y enigma de la existencia, que tratando a todo el mundo de forma similar, a unos, les caes bien, a otros mal, a unos muy bien, a otros muy mal. Es un enorme misterio y enigma, que me temo que nunca descubriré las razones.
                        Si alguien equis, nos dijesen está investigando los cánceres, lo tendríamos con mucha estima y con razón, pero si alguien está intentando analizar procesos sociopolíticos desde la filosofía, para buscar mayores grados de verdad-bondad y eficiencia positiva, a ese lo silenciamos.
                        No pienses y sientas solo con la proyección de las heridas y traumas que hayas sufrido, tú o tu familia, sino con una adecuación más profunda a y con y en la realidad.
                            Durante muchos lustros he pensado, que unas ideologías y otras, solo querían nuestro sudor, nuestros cuerpos y mentes, pero ahora me he dado, que unas y otras, de forma consciente o inconsciente, dándose cuenta o no, lo que quieren son nuestras almas, y con ellas, tienen nuestras mentes y nuestros cuerpos, nuestras vidas aquí y las de Después. Es decir, la historia que ya descubrió Agustín de Hipona, las dos ciudades... Y esto, esto puede resultar difícil de creer, a mí me ha costado muchos años, ir juntando razones e indicios y pruebas y datos. Puedo equivocarme, pero eso es lo que pienso, me guste o disguste...


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