816. Sin un Dios racional y moral y prudente, el ser humano no puede vivir de forma correcta...

                        El hombre no puede amar a Dios, como Dios merece.

                        Todo ser humano, ayer y hoy y mañana, que acabe sabiendo algo del Nazareno, en su fuero interno, tiene que tomar una aptitud o actitud o juicio ante Él. Tiene que aceptarlo o rechazarlo o afirmarlo o negarlo o, a lo sumo, dejar ese juicio para el futuro… Pero todo el mundo tiene que tomar una respuesta de aceptación o negación o de duda…

                        Si existen diez grandes libros o monumentos culturales de la humanidad, uno, uno entre los diez, nos guste o no, son los Cuatro Evangelios. Se sea ateo o agnóstico…

                        ¡No sé, si usted está dispuesto a oír lo que no quiere oír…!

                        ¿Puede que existan colectivos e ideologías y grupos que piensen que para dirigir los destinos de los seres humanos, es más fácil si estos caen en un error moral grave o en otro, y otros, además de eso, es más fácil si los humanos caemos en un error moral grave o vicio psicológico y moral, es más fácil, que caigamos en la desesperación y nos condenemos al infierno eternamente…?

                        ¿Dónde llegarán los reality shows?

                        Ir a una casa a ser tentado, está muy cerca del mal, porque ir a una casa para ser tentado sea de lujuria o sea de otra desvirtud o actitud negativa es el mal por antonomasia. Es someterse libre y voluntariamente al mal. Cuando del mal hay que combatirlo y huir, o ambas cosas a la vez. Dejarse tentar a un mal, aunque creamos que es un bien es un enorme mal. Las personas deben huir de las ocasiones de mal y del mal, aunque cierto es, que muchos piensan que algo equis, no es tan malo, o incluso no es malo. Las personas, no tenemos la suficiente formación moral, para saber lo que es el bien y el mal. No nos lo enseñan, no queremos aprenderlo…

                        No necesito, ni deseo, ni quiero, ni busco, ni adversarios, ni menos enemigos, ni personales, ni ideológicos. Cada uno sus actos y pensamientos y deseos, sea juzgado por el Tribunal y ante el Tribunal de Dios.

                        Temo, profundamente, que mi sociedad, mi país caiga en la anomía moral, en la anarquía social y política, en la anarquía ética…

                               Porque usted, una norma equis, de su religión de su sociedad, no esté de acuerdo con ella, no es suficiente para negar y renegar de toda la religión de su sociedad, ni de Dios...