Lo que en situaciones
sociopolíticas normales se percibe como no normal, en situaciones
sociopolíticas o sociobiológicas o socioeconómicas no normales, se puede
percibir normal, lo que en situaciones normales se podría concebir como
no-normal.
¿En mi sociedad y en mi
país, por parte, de multitud de agentes, individuos y colectivos se están
jugando a aprendiz de brujos, y esto es muy peligroso…?
Muchos, no es que estén
de acuerdo con la izquierda o con la derecha, lo que quieren es el orden, ese
orden de entendimiento para dirigir la sociedad, la doble entente entre
izquierda y derecha moderada. Y, lo quieren como mal menor, aunque no estén de
acuerdo, incluso le hayan perjudicado, unos y otros, a esas personas… Porque no
olvidemos, la derecha perdió la virginidad hace generaciones, pero la izquierda
también…
El mal son las
circunstancias, si se ponen las circunstancias en determinadas situaciones,
muchos individuos optarán por el mal, el mal como mal menor, el mal por
interés, el mal por no tenerlo claro, por no comprender la diferencia entre el
bien y el mal, por situaciones complejas, por caer en un defecto capital antes
o erros o pecado capital antes de la situación, por lo cual, se cae en el mal
más fácilmente cuándo este se presente o se busca, la aplicación del mito de
Giges, en una de las adaptaciones infinitas que la humanidad puede producir, etc.
Existen ideas que son
emociones, con algunos datos combinados con algunos conceptos. Pero las ideas y
los conceptos, tienen que ser conceptos y argumentaciones y datos, y muy poco
de emoción. Una fórmula de física, es argumentos y razones y datos, y después,
si quieren un poquito de emoción. Al menos para aceptarla, quizás para
encontrar esa fórmula hay que tener mucha emoción para estar durante años o
décadas buscar una nueva fórmula.
¿Los animales saben si
van a morir, o no lo saben, sienten que van a morir, al menos o no?
La cuestión de la
economía política, es muy fácil y muy compleja. Si diez individuos tienen cien
euros. Y cada uno los emplea de un modo, y digamos dos de esos diez, ahorran
una parte. Por lo cual, al mes siguiente tendrán los nuevos cien euros que les
dan, más los que les ha quedado del mes anterior. Y así sucesivamente… ¿La
cuestión los individuos, que al final, tendrán más que los otros, siempre que
lo hayan adquirido de forma legal y moral, tienen derecho a tener más o no…?
¿O, los que tienen menos, les quitarán parte de los que los otros lo han
ahorrado, o qué parte tendrían que quitarles, sea en forma de impuestos…? ¿Pero
quién no ha ahorrado nada, y ha disfrutado, cada mes de los cien euros, tiene
derecho y obligación de darle algo de ese disfrute al que no ha tenido esos
placeres, y ha ahorrado parte del dinero…? (Cierto es dirán, que es más
complejo, pero esta es la base esencial de todo…).
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