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sábado, 28 de marzo de 2020

825. Ética y estética y metafísica.

825. Sobre el bien y el mal.

                        Esos semipsicópatas o semisanguinarios, son totalmente racionales, en casi todo, menos en los objetos diríamos de la psicopatía. Y por tanto, pueden ocupar todos los puestos de responsabilidad y de nivel y de profesión en el mundo social. E, incluso ser estimados y muy queridos por su ambiente. Aunque, siempre tienen ese foco contra las personas o colectivos o grupos o ideologías contra los que van… ¡Es más, pueden pasar por las personas buenas y de buena voluntad, y las victimas de ellos, porque siempre tienen víctimas, que malamente se han defendido de ellos, casi siempre pasan como malos…! ¡Muchas de esas personas, tienen la capacidad de aparentar ser los buenos, siendo los malos, y hacer pasar a los otros, que crean que los buenos son los malos! ¡Una de las mayores distorsiones de la realidad humana y social y moral, las personas de buena voluntad, pasan como de mala voluntad y las de mala voluntad, como de buena voluntad…!
                        Por tanto, he llegado a la conclusión, que el mal, que una gran parte del mal que se realiza en el mundo, es por un lado, que existen personas, quizás un uno por ciento, psicópatas o sociópatas o sanguinarios, que viven y conviven en el mundo. Y que mientras que el mundo va bien o normal, esa disfunción, la expresan de forma relativa, el mal o maldad es relativo, y centrado en determinados objetos u objetivos o personas. Segundo, que se produzcan situaciones sociales, ambientales, familiares propensas para que la situación social se corrompa, y entonces, se den ese segundo conjunto de factores. Tercero, que exista una bandera o ideología y organización que defienda esos fines, sean destrucción de otros colectivos, grupos, ideologías, clases sociales, etc. Cuarto, ese grupo de individuos o bandera o ideología tome el poder, y según el grado de poder, así lo irán aplicando y materializando… Si se producen, de estos cuatro grupos de causas, cada una a su vez, dividida en otras subcausas, el número de suficiente. Entonces, se producen esas hecatombes sociales y políticas y económicas. Que después, de sucedidas, miramos hacia atrás, y nos preguntamos cómo es que ha sucedido esto. Y, nos preguntamos, cómo hacer que no se vuelva a repetir… La banalidad del mal de Arendt, y las causas del mal de Leibniz, se completan y complementan con este esquema o boceto del mal, que se puede desarrollar en docenas de subcausas, o docenas de páginas. A eso, también, hay que añadir la función del Tentador, según el cristianismo…
                        Hasta la saciedad, he visto y soportado y sufrido personas que han lanzado una bandera equis, frente a los demás, para ellos o ellas ser o aparentar ser más “de algo”, de la ideología equis o zeta. Y, lo que estaba en el fondo intentando demostrar, es ser contrario a la ideología del padre o de la madre. O, para tapar la historia familiar, o para, olvidar e ir en contra de la ideología del padre o de la madre. Pero eso, lo representaban contra otros, fuera de sus familias, que ni siquiera estaban en contra de ellos o de ellas… Es, además peor, cuándo un progenitor era de una bandera y otro de la otra. Y, y ambos no se llevaban bien. Escogían a uno de los progenitores en sus banderas, y después, iban en contra del otro. Y esa, esa inquina o rencor profundo, lo plasmaban contra los otros, con algunos de los otros, que se imaginaban que eran de la ideología que ellos iban en contra de su progenitor o parecida o similar a su progenitor que están en contra. O se imaginaban que estaban en contra… El síndrome de Torquemada, o una variedad de él…
                        Lamento decirlo, lamento aún más escribirlo, pero pienso y percibo, personas, mirando hacia atrás en mi vida biográfica, que he tratado con personas muy buenas, pero también con personas, que aparentan ser una cosa y son otra, y otros sin aparentar, que serían capaces de ser una parte en el engranaje de Auschwitz, si se diesen las circunstancias…
                        El que hace una mal, raramente es consciente del mal que hace a otra u otras personas. Y, no es lo mismo el que se defiende de un mal que el que lo produce. No es lo mismo, el que cree que se le ha hecho un mal a una persona muy querida para ella, y va en contra, del que se defendió de mal de esa persona tan querida para ella. No es lo mismo, defender a quién ha hecho un mal, que sufrirlo… Pero el mal que cada uno sufre, que no es soportable, no es lo mismo, es otro, al que queremos que otra persona soporte, y que encima estamos en contra de esa persona porque se ha defendido, casi siempre mal, ni siquiera bien, del mal que se le ha hecho… ¡Si, si existe Dios, y si existe Juicio Particular, y si existe Eternidad para el ser humano, y si cada ser humano de verdad verá lo que él o ella es y ha sido, y lo que los demás son y han sido, creo que nos llevaremos muchas sorpresas con nosotros mismos y con los demás…!
                        ¿Cómo influye en un alto cargo de responsabilidad social, sea cultural, económica, política, religiosa que sus padres se hayan divorciado, siendo él o ella joven, según qué edad, o según qué situación…? ¿O que alguno de sus padres haya fallecido, siendo ellos jóvenes…? ¿Por qué entre los grandes pensadores y filósofos de estos dos últimos siglos, la mitad de los grandes que son ateos, han sido niños huérfanos de padre…?

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