Los
grandes sistemas ideológicos, en su mayor parte, son filosofía, y son seguidos,
algunos por millones o cientos de millones de personas, pero no son
conscientes, que una parte de sus enunciados y principios y conceptos no están
demostrados, ni por ellos mismos. Pongan nombre.
Los
filósofos, si es que me puedo autotitular como filósofo, hablamos de muchas
cosas, o de casi todo, pero apenas sabemos de algo o de alguna realidad.
Pronto
veremos obras culturales, en todos los géneros, incluso en la investigación
realizadas por IA, Inteligencia Artificial. ¿Y qué sucederá entonces?
Cuáles
serían los grandes problemas o cuestiones, que podríamos denominar del Milenio,
como los de matemáticas, socioculturales, socioeconómicos, sociopolíticos,
sociodemográficos, socioecológicos, socioideológicos…
¿Para
qué leer y pensar tantos libros, tantas ideas y conceptos y datos y argumentos,
para sentirte más solo, porque con casi nadie coincides en casi nada…?
No
puedes contar todo lo que observas, ni todo lo que sientes, ni todos que
piensas, porque si lo haces te crucifican, o te dejan en la cuneta del camino,
de tu pequeña historia, de tu microhistoria… ¡A todo hay que callarse, a todo
hay que decir bien o mal cuándo ellos quieran!
Yo
tengo que entender sus intereses, motivos, ideas, conceptos, metas, pero usted
también tendrá que tener en cuenta los míos, si es que yo sé cuáles son los
míos.
¿Usted
o sus padres que han vivido del sistema anterior no democrático, usted que ha
formado parte del Estado anterior no democrático, o usted que se ha colocado en
la función pública bien en el anterior estadio del Estado, usted me viene a mí
a enseñar de democracia y DDHH…?
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