Artículo Periodístico 480º: “25.687 justos de las Naciones”[1].
0.
Pasarán siglos y no llegaremos a entender y comprender la shoah o el
holocausto. Un grado de maldad y de crueldad y de violencia, individual y
organizada y sistematizada tan grandes que la mente humana no es capaz de
entenderla, ni de comprenderla. Con estas cientos de palabras quisiera un
homenaje a esos seis millones de personas masacradas en campos de concentración
y exterminio en el centro de Europa, y a las docenas de millones de personas
masacradas en campos de concentración en el siglo veinte, en otros lugares del
mundo, basándose en otras banderas e ideologías.
1.
Desconozco cual es la cifra oficial aproximada de cuántos millones de personas
en el siglo veinte han fallecido en campos de prisioneros, campos de
concentración, campos de exterminio, especialmente en Eurasia y en el resto del
mundo. Pero bien haríamos en concretar una cifra, para darle visibilidad. Sin
contar el número de personas fallecidas en guerras en el siglo veinte, las dos
guerras mundiales, más varias docenas existentes, en el mundo, en casi todo el mundo,
en el mismo siglo, cada década…
-
¿El ser humano se enfrenta a su origen de la maldad y también del mal…? Ya hubo
en el pasado enormes masacres, sean de Alejandro Magno, Aníbal, Cesar, Gengis
Khan, etc. Pero en el siglo veinte la industria entró en esta faceta de la
existencia y de la realidad humana. Se masacró industrialmente, con una
organización industrial férrea y eficiente y racional. El fin era irracional e
inmoral, pero los medios e instrumentos eran racionales. Las dos almas
individuales y colectivas de los hombres, los dos caballos de Platón.
-
Hoy me quisiera fijar en esas veinticinco mil personas, que el organismo
denominado Yad Vashem, se ocupa de ir buscando nombres de personas, que se
jugaron su vida para rescatar o defender judíos de la hecatombe de la segunda
guerra mundial…
Creo
que es muy importante esta cifra, porque este número de personas, supongo más, que han quedado obscurecidas en el
silencio de la historia, se jugaron sus vidas o sus posesiones o ir ellos o
ellas mismas a campos de concentración. Es decir, podemos tener todavía
esperanza en el ser humano.
Evidentemente
estas masacres no la hicieron todo el pueblo de todos los pueblos dónde se
concretizó esta realidad, quizás el uno por ciento de la población, quizás el
dos por ciento intervinieron, el resto o no lo sabían, o no podían hacer nada o
temieron por sus vidas. Por lo cual, a la hora de analizar dicha hecatombe,
quizás haya que intentar poner un poco de freno y de racionalidad…
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No creo que sea suficiente la teoría de la “banalidad del mal” de Arendt, que
tanto se ha extendido en estas décadas, y que en otros escritos analizo
mínimamente. Pero si algo de este concepto que es importante, que personas que
parecían normales en sus vidas, después eran capaces de realizar estos actos.
Personas que por la mañana metían en cámaras de gas a mil personas por la tarde
tocaban el violín y jugaban con sus hijos y sus perros… Y esto es muy
importante, porque la explicación del uno por ciento de psicópatas o sociópatas
que toda sociedad tiene no sé si es suficiente… Ni siquiera la explicación de
traumas colectivos, siguiendo a Freud… Ni siquiera solo la explicación de
ideologías perversas y crueles, con un fondo de idealismo o de ideologías
utópicas. Ni siquiera las teorías de sociedades abiertas o cerradas de Popper,
ni siquiera las tres o cuatro grandes fuentes del mal según Leibniz. Me temo
que son todas estas explicaciones, más algunas más, sin descartar, que para el
cristianismo, una fuente del mal es el Maligno o el Tentador, interpretado este
concepto y posible hecho según el mismo cristianismo interpreta, y como diría
Blondel y Peguy, parafraseándolos o interpretando sus ideas y concepciones es
que el mayor mal del mundo, del siglo veinte, es “que se ha perdido el concepto
del pecado, se ha perdido el concepto del mal, y se ha perdido el concepto de
la existencia del Tentador”.
Desde
luego lo que están denominado una rama del saber que se llama psicohistoria,
puede estar dándonos pequeñas luces, es decir, “el estudio biográfico de los
traumas de los grandes líderes no democráticos, y esos traumas pueden llevarles
después cuando tienen el poder a tiranías enormes”. Bien haríamos en estudiar
este aspecto de la realidad, y cuándo empecemos a ver o entrever que un líder
puede tener alguna de estas características, no dejarlo que ascienda al poder.
Esos líderes del siglo veinte pónganle ustedes nombre, pero busquen los de
todos los colores…
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Los justos de las Naciones, algunas veces se llaman los gentiles justos, se cree
que hubo varias categorías de personas que favorecieron y salvaron y cobijaron
a judíos. Hasta dónde yo sé, parece ser que el gobierno oficial de Dinamarca
avisó a los judíos de su población y fue el único país que no deportaron a
ningún judío a ningún campo de concentración…
Se
indica que estos justos gentiles o justos de las naciones hicieron alguna de
estas acciones: ocular a judíos, falsificación de documentos, ayuda para
traslados y la fuga, cobijo de niños y niñas judías
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Para no repetir los errores, hay que no olvidar la realidad, la realidad y el
análisis más justo de la realidad. Y especialmente que hay que defender en
cualquier lugar los derechos humanos de 1948 y otros derechos y cartas de
derechos posteriores, del niño. Y que hay que defender la democracia… Y que
aunque un sistema democrático esté en crisis, es mejor continuar con ese
sistema democrático y no caer en radicalismos, que al final nos llevan a puntos
y puertas sin salida…
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Quizás solo la organización judía del Yad Vashem tenga los medios y la voluntad
de continuar con este trabajo sobre el holocausto. Yo modestamente les
invitaría, que crearán una sección anexionada a este organismo y empezase a
estudiar “otros holocaustos y campos de exterminio” producidos bajo otras
ideologías y en otros continentes y en otros lugares del siglo veinte… Creo que
esto favorecería mucho el entendimiento del holocausto judío y este aplicado a
otras etnias, como homosexuales, sacerdotes católicos, gitanos, personas con
deficiencia, etc. Creo que ayudaría mucho al estudio específico del holocausto
judío, pero también a no olvidar otros exterminios y otros genocidios durante
el siglo veinte, contribuiríamos mucho a entender lo que ha sucedido, cómo se
llega a esta situación, y encontrar pautas para que no se repitan. Y sería una
manera de honrar a los millones de judíos, niños, niñas, ancianas, ancianos,
adultos, adultas, que no habían hecho nada, solamente el ser judíos, que muchos
solo eran descendientes de judíos, que muchos ni siquiera creían en el judaísmo
como religión, y que muchos, apenas seguían las costumbres de judíos, salvo
alguna…
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Cómo antes he indicado es absolutamente necesario estudiar los “traumas
psicológicos de los grandes líderes” que cuándo toman el poder, “buscan o
encuentran un enemigo”, sea el que sea, y lo masacran. Lo hemos visto en el
siglo veinte, especialmente los líderes no democráticos. Y esto ha sucedido
bajo distintas banderas e ideologías y colores…
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Debemos aprender, gracias a los juicios de Nuremberg, aunque uno sea ateo o
agnóstico o escéptico o creyente en una religión o en otra, o creyente en una
ideología o filosofía o cultura o en otra, o en ninguna, que es necesario “una
moral mínima”, que sea universal y que todo ser humano debe defender, y que es
necesario “una religiosidad mínima”, en la cual todo creyente, esté de acuerdo.
Porque esto es un baluarte y una defensa contra el exterminio. Es un azar que
el ayuntamiento de Nuremberg, donde se celebraron los juicios, quedó intacto de
los bombardeos, es una casualidad o azar, que parte de la decoración en madera,
medieval estaban representados los diez mandamientos… Dicho de otra manera, si
las distintas ideologías hubiesen creído en esas normas, aunque sean de forma
racionalista o empirista o positivista, aunque sea de forma secular y no
religiosa, posiblemente los campos de exterminio no se habrían producido… Es
decir, necesitamos creer en un derecho natural o iusnaturalismo y no solo en un
derecho positivo o iusconsensualismo o iuspositivismo… Porque el segundo, las
personas enseguida dirán y se defenderán indicando “lo de la obediencia debida
y la obediencia al sistema de derecho de su época”.
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Debemos aspirar a un Único Estado Mundial y que esté se base en los Derechos
Humanos, en la democracia, en la dignidad sacrosanta de cada persona, y en la
separación en lo posible entre religión y Estado… Porque es la única manera que
no caigamos en enormes conflictos, que hoy con los medios industriales que
disponemos terminaríamos en la extinción de la especie humana… Debemos aspirar
q que la Onu aconseje dicha formación en las próximas décadas de ese Estado
Mundial, esa confederación o federación de todos los Estados en paz, en
tolerancia, de mutuo acuerdo. Pero hay un problema, muy profundo, que no todos
los seres humanos quieren vivir bajo el mismo techo o Estado, no quieren o no
saben o no pueden vivir, por diferencias ideológicas, ideologías sean
culturales, religiosas, filosóficas, sociopolíticas, etc.
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En política no cabe todo. Hay que seguir una moral mínima. Hay que abandonar
tanto neomaquiavelismo como existen en tantas partes del mundo. No cabe
utilizara la mentira, el engaño, la manipulación para tomar el poder, y no cabe
tomado el poder utilizarlo como se quiera y dónde quiera y cuanto se desee,
aunque sea en nombres de ideas o idealismos o utopías o filantropismos…
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La paz es el bien más valioso, porque con la paz social y política se pueden
conseguir todo el resto de bienes, pueden disminuir todos los males, pueden
aumentar todos los bienes. Sin la paz sociopolítica todo se enturbia, y los
males se agrandan y se crean nuevos males, y los bienes disminuyen y se reducen…
3.
Para concluir debo indicar que a mi modo de ver pasarán siglos y no seremos
capaces de entender, ni comprender las muertes de millones de seres humanos,
posiblemente varias decenas de millones de personas, bajo una bandera u otra,
una ideología u otra, que murieron, sin hacer nada, solamente por que se les
achacaba algo, en campos de concentración y exterminio. Creo que se deberían
crear programas de investigación universitaria, multidisciplinares, de forma
sistemática y organizada que estudiarán estos fenómenos, para de ese modo, al
encontrar razones y causas, podamos evitar que este fenómeno se repita en algún
lugar del mundo, en el presente o en el futuro. O que aparezcan nuevas formas o
maneras. Y al mismo tiempo sirva de homenaje a estos veinticinco mil justos, a
los seis millones del holocausto y a las varias docenas de millones de personas
que posiblemente han muerto en el siglo veinte, bajo unas banderas o bajo
otras, y quizás a todos los que han muerto en estas condiciones o similares a
lo largo de los siglos… Descansen en paz, ya que no pudieron vivir en paz
cuando respiraban este aire y daban sombra a la luz del día o bajo las
antorchas de la noche… Y decir que no soy judío, ni mis ocho costados tampoco
que yo sepa…
twitter.com/jmmcaminero
©
jmm caminero (26 enero-23 febrero 2016 cr).
Fin
artículo 480º: “25.687 justos de las Naciones”.
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Env. 23 febr.
Env.
23 febr.
Env.
26 febr. 16 al DCLM.es. Publ. 02 marzo 2016.
Env.
01 marzo 16 al Euromundo Global.com. Publ. 07 marzo 2016.