Posiblemente,
una de las cosas más difíciles en la vida, cultural y espiritual, sea expresar
y predicar un sermón en una celebración religiosa de difuntos, con el fallecido
presente en el templo religioso, sea de una religión o sea de otra… ¡Pero
especialmente, en el cristianismo…!
Pensar
con ideas o pensar con imágenes, ideas que llevan a conceptos, que son
imágenes, ideas que llevan a imágenes que son conceptos. Pueden ser imágenes de
conceptos abstractos, pero imágenes de imágenes plásticas o sensoriales, o táctiles
o sonidos o gustos u olores…
Pensar.
Todo el mundo piensa. Lo difícil es saber desde que atalaya se piensa, es
decir, desde que principios y desde que fundamentos y desde que conceptos, y
desde que medios e instrumentos, y desde qué fines e intereses…
En
nombre del bien, la equidad, la justicia, la bondad y otros grandes valores, a
veces, se busca directa o indirectamente, otros fines, por ejemplo, romper el
sistema desde dentro, destruir el equilibrio del sistema, que limitado e
imperfecto es mejor, que el nuevo sistema que se va a imponer. El antiguo
adagio, demasiadas veces, lo mejor o lo perfecto está reñido con lo conveniente
y adecuado. Cierto es, que entender este concepto, yo he tardado cuarenta o
cincuenta años…
La
mente-cerebro es más de lo que pensamos que es, y, y es más, porque funciona
sin que nosotros sepamos cómo funciona, si no en todo, en mucho. Por tanto, el
lenguaje natural o real, solo sería un trocito de la mente, ni siquiera la
mente entera. Que por otro lado, no sabemos lo que es la mente entera…
Los
que caminan hacia Dios, hacia Dios seriamente, suelen existir periodos de
incertidumbre y de perder la paz interior. Cada individuo debe valorar, si esa
pérdida de paz interior e incertidumbre o angustia, deviene y nace, de una
realidad verdadera y bondadosa, o no…
¿Escribo para nadie...?
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