Imaginemos
la posibilidad de que Dios exista, imaginemos que hayamos sido creados con alma
y por Él, de la forma que haya sido. Entonces el ser humano siempre estaría
anhelando y deseando a Dios, encontrarse con Él, estar con Él, ser en Él… ¿Sí o
no, pero qué razones para el sí y qué razones para el no…?
No
es lo mismo que alguien, individuo o ideología lo rechace pensando que no
existe o que cree que no existe, que sea rechazado por grupúsculos, pero
sabiendo que existe. Ambas realidades son distintas y diferentes…
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