913. - 22 junio 2021 Cr.
- Si algo se ha
demostrado en el mundo cultural. Es que escribir es muy peligroso, porque queda
escrito, y después, las interpretaciones vienen, casi siempre después de muerto
los escribientes o escritores. Por tanto, no pueden rectificar, especialmente,
en los terrenos de la literatura, la filosofía, el pensamiento, las religiones,
las ciencias sociales… Es decir, saberes de difícil refutación y de difícil
verificación. No pondré ejemplos, pero está la historia, ahora y pasada, llena
de ellos. Algunos sistemas teóricos tienen influencias durante siglos. Es algo,
que se pega en el corazón de los hombres, que no son totalmente falsos, ni
totalmente verdaderos…
- Algunas personas
podrían haber sido pastores en iglesias evangélicas o anglicanas, y no lo
fueron, por fidelidad al catolicismo. Habrían vivido mejor, habrían sido
reconocidos más socialmente, habrían tenido un lugar más en consonancia con su
vocación original y, no habrían sido tan desestimados o minusvalorados por sus
antiguos compañeros del catolicismo.
Algunas personas podrían
haber sido capaces de realizar nuevas teorizaciones sociopolíticas, y todo el
conglomerado que va en paralelo o conexionado con ellas, nuevas teorizaciones
filosóficas, políticas, económicas, culturales, ideológicas, sociológicas, y,
en multitud de ramas humanas. Es decir, nuevos sistemas de teorización de la
realidad humana.
Pero no lo han hecho,
esto último, porque sabían, que nuevos sistemas sociopolíticos ideológicos, al
final, del papel se llevan en mayor o menor medida, a la realidad, es decir, se
crean revoluciones y contrarevoluciones, por tanto, sangre y sufrimiento en
cantidades industriales, acompañado de algún nuevo derecho o alguna cosa buena.
De
esa forma se pasa a la historia del pensamiento y de las ciencias sociales y de
las culturales. De ese modo, se ocupa un lugar en la historia, mayor o menor,
aunque se pasen muchas fatigas, pero se pasa.
Pero no lo han hecho,
precisamente, para no influir y crear sufrimiento y sangre, diez unidades de
sufrimiento, por una de alegrías.
Esas
personas, piensan que es mejor la evolución pactada, poco a poco. En todos los
órdenes de la realidad, por aceptación de mayorías. En paz, tolerancia,
libertad, derechos humanos…
Pero el precio que
pagan, es demasiadas veces, el de silencio, silencio cultural, silencio ante la
sociedad, silencio ante el mundo de la cultura, y, sabiendo, que silencio para
siempre, porque las pocas o muchas contribuciones que han podido hacer,
moderadas y buscando la verdad y la equidad y la bondad y la racionalidad,
quedarán olvidadas…
Hay
personas, que han podido aunar, esos dos paradigmas, el de lo religioso que
mencionamos primero, y el de cambios esenciales sociopolíticos. Y, no lo han
hecho, sabiendo que podrían haberlo hecho, no lo han realizado, ni en la
teoría, adheriéndose a una Iglesia cristiana no católica, por fidelidad al
catolicismo, ni teorizaciones sobre nuevas realidades sociopolíticas…
En cierto sentido, en
muchos sentidos, han fracasado, pero han fracasado sabiéndolo, por no dejar el
catolicismo, en el segundo aspecto de la vida, por no crear revoluciones
teóricas filosóficas políticas…
Pero, pero eso solo lo
sabrá Dios, solo lo sabe Dios.